Tienen 102 y 88 años, viven en un geriátrico y lanzaron su primer álbum de música.

Publicado el 31 enero 2020 por Santiagomiro

Tripp y Weisbord.

Los dos ancianos llamados Agan R. Tripp, con 102 años, y Marvin Weisbord, con 88, viven juntos en la misma residencia sita en Pensilvania y, pese a su edad, decidieron comenzar una carrera musical con canciones propias que tratan diferentes temas. Al cumplir los 100 años, Alan decidió escribir un poema sobre la vida, envejecer y perder amigos, y Marvin, su compañero de residencia en una comunidad de jubilados, se animó a ponerle música. Y, meses más tarde, los amigos que escucharon la canción le impulsaron a generar la idea de hacer su primer álbum de música.“Ambos estábamos encantados y muy felices por la iniciativa”, confiesa Marvin. Y, dos años después, Tripp y Weisbord se habían unido para lanzar un álbum de ocho canciones llamado “Senior Song Book”. El álbum, lanzado el pasado 15 de noviembre y disponible para su compra en línea o como CD, contenía letras modernas con melodías que recordaban a Cole Porter o Irving Berlin. “La gran música de los años 40, 50, 60, pero con canciones que miran hacia el 2020 ”, explica Tripp, hoy letrista yproductor, mientras que Weisbord, organizaba la banda de jazz y tocaba el piano en todas las canciones del álbum que ha generado expectativas entre los amantes de la música.Ninguno de los dos había escrito y producido música antes. “Nunca me había divertido tanto en mi vida, y nunca esperé estar haciendo esto en mi vejez”, dijo Weisbord mientras que Tripp agregaba con mucho humor no saber nada sobre la vejez. A pesar del talento que demostraron tener, ni Tripp, letrista y productor, ni Weisbord, un ex consultor, ninguno de los dos había escrito y producido música antes. Los dos ancianos decidieron comenzar una carrera musical con canciones propias que tratan diferentes temas. “Nunca me había divertido tanto en mi vida, y nunca esperé estar haciendo esto en mi vejez”, dijo Weisbord y Tripp agregó con mucho humor: “No sabe nada sobre la vejez”. Y las ocho canciones que componen el álbum hablan de la felicidad del amor verdadero y recíproco (“Wonder Woman“) pero también de las rupturas (“Goodbye, Goodbye Forever”) y de la necesidad de autorreflexión (“Looking in the Mirror”).