¿Tienes muchas ideas de negocios? Descubre cómo elegir la que te guiará al éxito

Por Juan Carlos Valda @grandespymes

por Concepcion Sanjeronimo "Tengo muchas ideas de negocio, pero no se qué hacer con ellas"

Quizá hayas dicho esto mismo alguna vez. Sin embargo, la pregunta que ahora mismo yo te haría sería la siguiente: " ¿Quieres realmente emprender? "

Verás, tener muchas ideas, inquietudes, ser vivo y tener ambición, no te convierten en un emprendedor. El emprendedor sabe trabajar con las ideas que se le presentan, madurarlas y hacerlas realidad.

Es decir, las convierten en negocios rentables y prósperos. Y ese es el quid de la cuestión. No puedes tener ideas y no hacer nada. Porque además estarás atentando contra ti mismo, ya que estarás desaprovechando tus oportunidades.

Gestiona tus ideas de negocio

Si eres de l@s que tiene muchísimas ideas, lo más probable es que hasta ahora hayas desaprovechado muchas de ellas. Habrás pasado de una a otra sin más, sin darles mayor importancia. La cuestión es que esto lo único que te hace es perder tiempo. Para que tener muchas ideas no se convierta en un problema que te paralice, tienes que empezar por el principio.

Aprende a trabajar con tus ideas.

El primer paso es que liberes tu mente de todas esas ideas que te dan vueltas. Tanto si sirven para algo, como si no, están estorbando e impiden que tengas otras y que te centres en el siguiente paso. Por eso te recomiendo que siempre tengas a mano una libretita, un bloc de notas, alguna app donde anotar todas esas ideas que se te ocurran.

Antes de empezar a fantasear con tu propio negocio y perder el tiempo sin actuar, hay que reflexionar y madurar las ideas para identificar las oportunidades de negocio. Déjame decirte que, aunque creo en el poder de la visualización y tengo mucha fe cuando se trata de conseguir lo que quiero, si no te mueves y haces lo necesario, el éxito no va a llamar a tu puerta.

Tienes que salir a buscarlo, crear las circunstancias propicias para que te encuentre listo.

Filtro de las buenas ideas

Analizar tus ideas, reflexionarlas y dejarlas que maduren tiene dos claros beneficios:

  • Si la idea resulta ser realmente viable, puedes elegir entre las que te queden y crear un negocio a tu medida. Además, dejando espacio en tu mente, te centrarás en los próximos pasos que darás.
  • Si la idea no resulta viable, no perderás tu tiempo y liberarás espacio en tu mente para que puedan surgir nuevas y mejores ideas.

Así que, he querido compartir contigo unos sencillos pasos con los que puedes analizar tus ideas de negocio y saber de una vez por todas si merece la pena seguir dándole vueltas o no y decidirte a dar el siguiente paso.

1. ¿Qué tipo de idea de negocio tienes?

Tienes que tener claro qué vas a ofrecer. ¿Un producto? ¿Un servicio?

Lo mejor es que con la idea que tengas, la reformules de otra forma y pienses:

¿Soluciona algún problema?
¿A quién?
¿Cómo?
¿Estarían las personas dispuestas a invertir por conseguirlo?

Es decir, el fin de todo negocio es conseguir beneficios. Y, si no eres capaz de vender tu idea u oferta a otras personas, no podrás tener un negocio. Escribe todas las respuestas a estas preguntas en una hoja. Lo más importante es que te centres en resaltar, sobre todo, el beneficio, cómo resuelve tu oferta el problema o una determinada situación de tu futuro cliente.

2. ¿Hay mercado para tu idea?

Para obtener algo de feedback y validar tu idea de negocio necesitarás investigar un poco, charlar con personas y puedes, incluso, contactar con tus competidores. Hay formas más o menos complejas y fiables, pero dependerá las que escojas en función de tu idea.

A) Algunas formas más sencillas pueden ser: leer foros para encontrar personas interesadas en un cierto "problema", contactar con ellas y explicarles tu posible solución y comprobar si tendría sentido para ellos una oferta como la tuya; abrir un debate en un foro o en alguna red social donde tengas presencia; preguntar y hacer una pequeña encuesta para conocer la opinión de las personas interesadas; incluso, presentar tu idea en tu círculo y pedir que te hagan sus comentarios; si ya tienes un blog, por ejemplo, puedes lanzar tu idea a tu comunidad, enviarles un cuestionario y conocer su opinión de primera mano, sabiendo si les interesa y tu idea es correcta.

Si tu idea es sencilla y no estás inventando la rueda, pueden servirte estos métodos más rápidos.

Sin embargo, no cuentas con ningún respaldo en datos y al fin y al cabo, las palabras se las lleva el viento.

B) Otras formas ya más elaboradas: puedes crear una plataforma única para tu idea y compartirla, ofreciendo la posibilidad de inscribirse a cambio de más información o de la solución; crear una lista de pre-venta, a partir de una muestra y que los interesados se apunten; puedes invertir una pequeña cantidad de dinero y lanzar algún tipo de publicidad para después analizar los datos y conocer quién estaría interesado en tu oferta.

Como verás, estas formas para investigar el mercado y el interés en tu posible oferta son mucho más concretas. Y aunque llevan más tiempo de elaborar y, posteriormente, para analizar los datos obtenidos, éstos son más tangibles y fiables. Al fin y al cabo son números.

Aún así, tampoco tienen por qué ser 100% reales, por lo que es mejor que los consideres como una aproximación. Eso es exactamente lo que tratas de buscar. Tu objetivo es conocer si habría gente interesada en tu oferta y si tu idea, tal y como la planteas puede funcionar como negocio.

3. ¿Tu idea de negocio es rentable?

Este ya es un paso más, después de los dos primeros. Tendrás que investigar un poco más.

Se trata de que a groso modo esboces una idea de lo que serían los gastos que tendrías que cubrir. Piensa en este punto, ¿qué necesitas para convertir tu idea en un negocio?

¿Tienes que formarte?
¿Necesitas invertir en herramientas?
¿Cuánto?
¿Cuentas ya con una plataforma para lanzar tu oferta o tienes que crear una?

Cuando tengas tu lista previa con los gastos que necesitarás, compáralo con los datos sobre el interés que despierta tu oferta entre tus posibles clientes. Haz un pequeño cálculo de qué precio tendría que tener tu oferta para cubrir costes.

¿Es un precio razonable? ¿Con ese precio podrías vender bien tu producto o servicio? Pero lo más importante en este punto es que compares estos números con tus objetivos.

¿Quieres que tu idea de negocio se convierta en tu actividad principal o lo harías para conseguir un extra? ¿Cuánto quieres ganar al mes?

Si estableces estas relaciones, serás capaz de advertir si tu idea es compatible o no con tus objetivos y por lo tanto si te conviene o no dar el siguiente paso. Por ejemplo, podrás también determinar cuántos productos tienes que vender para alcanzar tus propósitos, o a cuántos clientes tendrás que vender tu servicio. Y, podrás intuir si estos números son alcanzables o no.

4. Conclusiones

El último punto puede ser el más sencillo y el más complicado a la vez. Porque es el momento en el que tendrás que tomar las decisiones.

Si tu idea no cumple con el filtro de buenas ideas para negocios rentables, pues la desechas y sigues trabajando en otras. No merece la pena que pierdas ni un minuto más en ella. Sin embargo, si la idea cumple con todos los requisitos, soluciona un problema, hay gente dispuesta a invertir y adquirirla y, además, resulta rentable, tienes que tomar una decisión consciente.

¿Vas a dejar de intentarlo por miedo? ¿Vas a permitir que a otra persona se le ocurra lo mismo y saque provecho antes que tú?

Creo que muchas personas, incluso podrías ser una de ellas, no utilizan nunca el filtro no por desconocimiento, sino por miedo. Es mucho más cómodo seguir dándole vueltas a las ideas en la mente, soñando y sin mover un dedo que nos haga poner los pies sobre la tierra. Ahora ya lo sabes, sólo tienes que atreverte.

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