Llevo mucho tiempo dándole vueltas al tema de la conciliación aunque, desde fuera, suene a panacea y/o a cosa imposible. Yo no hablo de la conciliación desde el punto de vista de las políticas conciliadoras que nos quieren hacer creer que tenemos, ni tampoco desde el punto de vista de los horarios europeos que, a España, parece que no llegarán nunca.
Cuando hablo de conciliación, hablo de equilibrio interior, de lo que realmente queremos, o de lo que realmente deseamos como persona, como madre de familia, como pareja o incluso como empleada o empresaria.
Es curioso como, hoy en día, tenemos planes y proyectos para todo: plan de marketing, plan contable, plan empresarial, plan universitario, proyecto de investigación, proyectos sociales, proyectos de inversión, proyectos de desarrollo… Aunque realmente, nadie nos habla de la vida, de un plan o proyecto de vida, dejando al azar a la pareja, a la familia, a los hijos, como algo autoimpuesto por la sociedad.
Para ello, para no tener que elegir, nada mejor como aprender a desarrollar tu “proyecto vida”, en el que encajen tus tres facetas (personal, familiar y laboral) y ahí esta en escena, el miedo, la culpabilidad, la ceguera e incluso la resistencia a creer que se puede.
En tu mano está que quieras crecer y salir de esa zona que te ata y que llaman “zona de confort”. Estamos cansados de oír la dichosa palabreja pero no hacemos nada con ella. Así que repito, en tu mano está:
.- Querer aprender a dejar de sentirte culpable.
.- Querer aprender a dejar de sentirte angustiada.
.- Querer ser más productiva y estar mejor organizada.
.- Querer aprender a utilizar el miedo.
.- Querer equilibrio emocional para afrontar conflictos.
.- Querer dejar de pensar en casa cuando estás en el trabajo y en el trabajo cuando estás en casa.