Pon todo tu afan por conseguir aquello que deseas, pero sin trampas ni mentiras.
No utilices la violencía física ni verbal para apartar lo que estorba en el camino hacia tus sueños.
Hay que tener paciencia y esperar a ver los frutos del esfuerzo cultivado con honestidad y respeto.
Fíjate en el proceso de las plantas.
Para tener una planta grande, primero tuvo que existir una semilla diminuta, hubo que proporcionarle agua y remover la tierra, vigilar que ningún bichito se la comía y día tras día, mes tras mes, fruto del cuidado y del amor proporcionado a la planta, ésta se convertirá en algo grande que dará frutos que comer, materia prima medicinal o colorido con el que alegrar tu vista.
Si realizas con cuidado y mimo el camino hacia tus sueños, y tienes la paciencia necesaria para esperar el momento de ver los frutos, obtendrás una beneficiosa recolecta.
Autora de la imagen sheila ozuo-omen