Los vivos son el resto, los que dentro de su im-perfección saben disfrutar de los momentos buenos de la vida. También les pasan cosas malas, claro que sí, a montones, pero se quedan con lo bueno, así, como concepto vital.
Este señor (el ponente) comentó que las emociones negativas nos duran 140 minutos y las positivas sólo 60. Así que tropezarte con zombies no merece mucho la pena, porque esta gente te transmite su mal rollo con mucha facilidad y vas sumando 140 + 140 y al final del día has tenido una jornada de mierda sólo a base de juntarte con zombies que te van hundiendo en la miseria. No hablo de los amigos que te cuentan problemas de verdad (para eso están los amigos, ¿no?), hablo de los que describo arriba, esos a los que a la más mínima chorrada ponen el grito en el cielo, claman a su mala suerte constantemente y encima no son tus amigos. Porque a un amigo yo le permito casi todo, pero a un zombie, a un zombie, ni agua!. Reflexionando me doy cuenta de que he tenido zombies de amigos, peor con el tiempo se han ido cayendo de mi agenda, será cosa de la selección natural. El problema es que los zombies no necesitan que seas su amigo para abrasarte con sus males.
Conozco gente que tiene imán para los zombies, es una cosa brutal, gente viva a las que todos los zombies de su alrededor van a llorar sus penas. Le pasa mucho a la gente maja, yo como soy tirando a borde, me pasa menos.
Pues nada, queridos lectores de im-perfectas, pasar una buena semana y disfrutar de la vida y de los buenos momentos, juntaos con otros vivos y a vivir!
PD: Para interesados en teorías sobre gente plasta, podéis leer algo que escribí hace mucho tiempo: La teoría del Pelm, podríamos añadir a esa lista el Pelm-zombie :-)