TIERRA DE NADIE transcurre a finales de agosto de 1937, en los días previos a la Batalla de Belchite de la guerra civil española, pero en absoluto se trata de una novela de guerra.
Es una trepidante novela de aventuras repleta de humor, protagonizada por Alex Riley y su inseparable amigo Joaquín Alcántara, quienes sin pretenderlo se verán envueltos en una temeraria misión de rescate bajo las mismas narices del ejército de Franco.
El episodio que narro en este libro aconteció unos años antes de los hechos que escribí en la novela Capitán Riley, y es una de esas historias que se suelen narrar ante los rescoldos de una chimenea o al final de una larga velada, mientras se sostiene una copa en la mano con la mirada perdida en algún punto indefinido de la memoria. Podría decirse que el relato de TIERRA DE NADIE es una novela breve, o quizá un relato largo (180 páginas, juzguen ustedes), que no requiere haber leído previamente Capitán Riley para disfrutarlo. Una historia llena de acción, humor y unas gotas de amor, de la que quizá le cueste separarse en la noche para ir a dormir.