NUESTRA OPINIÓN....
Descubrí casi por casualidad a Toni Hill cuando un verano buscaba lectura en una librería. Allí me encontré con una novela que no había oído mencionar a nadie pero me atraía como la miel a las moscas. No fueron los colores de su portada ni su título, El verano de los juguetes muertos, pero lo cierto es que no me equivoqué con aquella elección. De hecho repetí con las siguientes entregas del Inspector Salgado (tenemos ganas de que vuelva) y no dudé un minuto Tigres de cristal también sería una buena lectura.El escenario de Tigres de cristal es Ciudad Satélite es un barrio de Cornellá, bastante alejado del centro de la ciudad, que surgió en los años 60 y cuyas calles podían dividirse por el lugar de origen de los inmigrantes que llegaron de todas las provincias de España buscando una vida mejor. Un escenario que se convierte en un protagonista más de la novela, si no en el más importante.
Allí vivían Victor y Juanpe, dos chavales muy distintos que forjaron una gran amistad. Mientras Víctor vivía en el seno de una familia trabajadora a cuyo padre todos admiraban, y era el amigo que todos querían tener; Juanpe, al que llamaban El Moco, era un chaval apocado y frágil cuya madre bebía y el padre era un maltratador, y era la víctima perfecta para que alguien como Joaquín, el Cromañón, le considerase el blanco idóneo de toda clase de abusos.
Una noche tendrá lugar un suceso que cambiará la vida de los amigos, que hará que tomen derroteros muy diferentes, que las marcará para siempre y que los separará. Hasta que muchos años después vuelvan a encontrarse.
Tigres de cristal se desarrolla en dos momentos temporales diferentes. Uno se desarrolla en 1978 y nos es relatado en primera persona por Ismael López Arnal, uno de los muchachos que vivía allí y que hubiera dado todo por ser el amigo que Víctor había encontrado en Juanpe; y otro en 2015, narrado en tercera persona que es cuando las vidas de Víctor y Juanpe vuelven a cruzarse.
En el primero de ellos Toni Hill hace un gran retrato de la época que refleja fielmente cómo se vivía y cómo era aquel barrio en esos años, convirtiéndolo en un relato costumbrista. Una época en la que se jugaba en la calle, se disfrutaba con las historias de Sandokan y en la tele se veía Mazinger Z; en la que los padres un día tras otro estaban en huelga para defender sus derechos; y un tiempo en el que la heroína comenzaba a estar presente en algunos lugares de los que más valía mantenerse lejos.
Tigres de cristal es una novela llena de sentimientos en la que el autor toca temas como la culpa, la necesidad del perdón, la venganza, los malos tratos, la amistad incondicional, el abuso, o el acoso escolar, tema éste en el que Toni Hill quiere incidir sobre que siempre ha existido, que si bien siempre ha tenido en común que el acosador siempre tiene como fin ir contra el que es diferente o no le gusta, los métodos son los que han cambiado, ya que mientras antes siempre se tenía o se podía tener resguardo del ámbito familiar cuyos límites el acosador no podía traspasar, ahora con los nuevas tecnologías es un hostigamiento que la víctima puede sufrir las 24 horas del día, y tras el cual puede esconderse cualquiera.
Una novela con unos personajes muy bien trazados a los que iremos conociendo poco a poco, inolvidables, de los que se nos meten dentro, reales, de carne y hueso, con sus luces y sus sombras, aunque alguno de ellos es la reencarnación del mal, y con los que seguro en algún momento sufriremos y nos emocionaremos.
No quiero olvidarme de Miriam, un gran personaje femenino, con mucho peso dentro de la historia y con un papel clave en la trama.
No me queda más que recomendar la lectura de una novela a la que no puedo poner ni un solo "pero" y de la que seguro que me dejo muchísimas cosas en el tintero. Tiene intriga, está magníficamente escrita y ambientada, unos personajes magníficos, una historia bien tejida, que atrapa, mantiene el ritmo narrativo y nos retiene pegados a sus páginas hasta el final.
No voy a olvidarme del Inspector Salgado con el que conocí a Toni Hill, pero con novelas como esta puedo perdonarle que me haga esperar su regreso.
FICHA DEL LIBRO
FRAGMENTO