WASHINGTON (AP) – En lo que concierne a África, el Secretario de Estado Rex Tillerson y la administración Trump tienen algunas explicaciones que hacer.
La descripción del presidente Donald Trump de los “países de mierda” en enero fue recibida con una mezcla de horror e indignación en África, donde muchos no saben qué pensar del presidente de EE. UU. O qué piensa de ellos. Rara vez se habla de las prioridades para el continente, que obtuvo solo siete párrafos en las últimas páginas de la Estrategia de seguridad nacional de Trump.
Le corresponde a Tillerson reparar el daño mientras viaja al continente el martes, convirtiéndose en el funcionario estadounidense de mayor rango en poner un pie allí desde que Trump asumió el cargo hace más de un año.
Tillerson, en un discurso que describe la política de la administración en África, dijo que el rápido crecimiento económico del continente y el rápido crecimiento de las poblaciones significan que su futuro está cada vez más vinculado al de Estados Unidos. Dijo que Estados Unidos estaba comprometido a ayudar, pero que la prosperidad y la estabilidad básica serían imposibles hasta que la situación de seguridad esté bajo control.
“Mi firme creencia es que hay una gran oportunidad en el continente para el crecimiento económico, para una mayor prosperidad y para responder a los desafíos globales a través de asociaciones mutuamente respetuosas”, dijo Tillerson.
Es un mensaje totalmente diferente del que Trump entregó en una reunión con legisladores estadounidenses este año que pronto se hizo público, forzando a los embajadores estadounidenses humillados a disculparse y Trump a enviar una carta a los líderes africanos afirmando su respeto.
Haciendo el trabajo de Tillerson más difícil, se está presentando en el continente con pocos objetivos concretos o nuevas acciones para anunciar. Como dijo un alto funcionario del Departamento de Estado informando a los periodistas bajo condición de anonimato: “Realmente no hay entregables”.
Trump no ha anunciado una iniciativa exclusiva para ayudar al continente, como el programa PEPFAR para el VIH / SIDA que inició George W. Bush, y muchos de sus amplios recortes presupuestarios afectan los programas en el extranjero que ayudan desproporcionadamente a África. Tillerson anunció el martes un adicional de $ 533 millones en asistencia humanitaria para ayudar con el hambre y las necesidades relacionadas con el conflicto en Etiopía, Somalia, Sudán del Sur y Nigeria, pero no estaba claro exactamente de dónde provendría el dinero.
Para Tillerson, quien no visitó África durante su primer año como el principal diplomático de los EE. UU., Es posible que la mejor manera de mostrar deferencia hacia un continente sospechoso de Trump sea escuchar. Funcionarios del Departamento de Estado dijeron que Tillerson quería escuchar a los líderes en África sobre la forma en que están más dispuestos a colaborar con Estados Unidos.
“Puede ser una gira de escucha para él, pero también es una gira de observación” para todos los demás, dijo Witney Schneidman, un ex funcionario de África en el Departamento de Estado ahora en Brookings Institution. “¿Cuándo podremos ver los lineamientos de la política de Trump África?”
Alimentando el escepticismo de que la administración de Trump haya pensado mucho sobre África, hay una larga lista de vacantes que dificultan la planificación de su visita. Trump no ha nombrado a un secretario adjunto para África para supervisar el continente, ni a un embajador en países clave como Sudáfrica. No estaba claro cuántas oportunidades Tillerson tendría para comprometerse de manera sustantiva con líderes clave e instituciones africanas, como la fuerza conjunta antiterrorista del G5 Sahel, dado el ritmo rápido y la naturaleza de último minuto de su viaje.
Tillerson planea llegar el miércoles a Addis Abeba, la capital de Etiopía, actualmente en estado de emergencia para controlar las protestas contra el gobierno. El día anterior a la partida de Tillerson, alrededor de 100 manifestantes se reunieron frente a la oficina de Tillerson en Washington para gritar contra el gobierno.
Pasará una semana en el continente visitando países que desempeñan papeles clave en el tratamiento de los desafíos de seguridad de África, incluidos Nigeria, Chad y Djibouti, que alberga la única base militar permanente de EE. UU. En África.
En Djibouti, el desarrollo por parte de China de su primera base militar en el extranjero a pocos kilómetros de distancia ha sido motivo de preocupación para Estados Unidos, ilustrando el aspecto militar de una competencia más amplia entre EE. UU. Y China en todo el continente. Otra gran preocupación es el creciente endeudamiento de las naciones africanas hacia Beijing, que está construyendo infraestructura en todo el continente.
Tillerson, en su discurso, advirtió que el enfoque de China para el desarrollo en África “alienta la dependencia” que socava su soberanía y pone en riesgo su estabilidad.
“La inversión china tiene el potencial de abordar la brecha de infraestructura de África, pero su enfoque ha llevado a una creciente deuda y pocos o ningún trabajo en la mayoría de los países”, dijo Tillerson.
Tillerson también visitará Kenia, donde el sistema político está en crisis por las disputas relacionadas con la reelección del presidente Uhuru Kenyatta. El gobierno reaccionó agresivamente cuando el líder de la oposición, Raila Odinga, celebró una toma de posesión simulada, cerró las estaciones de televisión y arrestó a los políticos de la oposición, pero Estados Unidos ha expresado en gran medida su apoyo a Kenyatta.
De los 500 millones de dólares que Tillerson anunció, alrededor de $ 184 millones ayudarán a los afectados por el conflicto en Sudán del Sur y $ 110 millones para los de Somalia, dijo el Departamento de Estado. Otros $ 110 millones se destinaron a Etiopía para ayudar en medio de una sequía. Estados Unidos planeó destinar $ 128 millones para ayudar a Nigeria y las naciones de la región del Lago Chad.
A pesar de que todavía tiene que visitarlo como diplomático, Tillerson no es ajeno a África, a la que visitaba frecuentemente en busca de ofertas en su anterior trabajo como CEO de Exxon Mobil. El gigante de la energía tiene importantes negocios en el África subsahariana, incluidos Chad, Nigeria y Guinea Ecuatorial.
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Comuníquese con Josh Lederman en Twitter en http://twitter.com/joshledermanAP
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