Valoración:
No muy lejos de la ancestral ciudad de Timbuktu, en Malí, el orgulloso pastor Kidane ( Ibrahim Ahmed) vive tranquilamente en las dunas con su esposa Satima ( Toulou Kiki), su hija Toya ( Layla Walet Mohamed) y su hijo Issan ( Mehdi Ag Mohamed), que tiene 12 años y ya sigue los pasos de su padre. Mientras tanto, en la ciudad reina el imperio del terror por culpa de los yihadistas, que quieren controlar la fe de sus habitantes. Las mujeres se convierten en sombras pero resisten con dignidad. Un día, la familia de Kidane se verá envuelta en la tragedia de Timbuktu.
Tráiler de la PelículaTítulo Original: Le chagrin des oiseaux (Timbuktu).
Director: Abderrahmane Sissako.
Guionistas: Abderrahmane Sissako, Kessen Tall.
Actores: Ibrahim Ahmed, Abel Jafri, Toulou Kiki, Layla Walet Mohamed, Mehdi A.G. Mohamed, Hichem Yacoubi, Kettly Noël, Fatoumata Diawara, Adel Mahmoud Cherif, Salem Dendou, Mamby Kamissoko, Yoro Diakité, Cheik A.G. Emakni, Zikra Oualet Moussa, Weli Cleib, Djié Sidi, Damien Ndjie.
Productores: Etienne Comar, Sylvie Pialat.
Fotografía: Sofian El Fani.
Música: Amin Bouhafa.
Montaje: Nadia Ben Rachid.
Diseño de Producción: Sebastian Birchler.
Diseño de Vestuario:
Países: Francia, Mauritania.
Lugares de Rodaje: Oulata, Nema (Mauritania).
Fechas de Rodaje:
Año: 2014.
Duración: 96 minutos.
Edad: No recomendada para menores de 12 años.
Género: Drama.
Estreno: 06-02-2015.
DVD (Venta):
Distribuidora: Golem Distribución, S. L.
WEB Oficial: Web Oficial de la película en España, Sitio Oficial.
Espectadores: 11.024.
Recaudación: 68.065,75 €.
07-02-2015 - ANTÓN MERIKAETXEBARRIA
Reflejo del miedoEl director mauritano Abderrahmane Sissako ("Bamako", 2006) es uno de los más prestigiosos cineastas africanos, junto a Ousmane Sembène ("Xala", 1975), Souleymane Cissé ("Yeelen", 1987), Idrissa Ouedraogo ("La cólera de los dioses", 2003) y Djibril Diop Mambéty ("Touki Bouki", 1973). Con "Timbuktu" se ha jugado la vida, puesto que denuncia los crímenes perpetrados por el fundamentalismo islamista, enmarcados en el desierto de Mali, junto a la legendaria ciudad de Tombuctú, que tuvo en su día una de las primeras universidades del mundo. Desde luego, llama la atención la deslumbrante belleza del paisaje, en contraste con la bestialidad de los yijadistas.
A partir de ahí, no pueden ser más auténticas y sobrecogedoras las imágenes de este filme señero, que asimismo rompe una lanza en favor del sabio pueblo llano, de las gentes humildes, pero de una grandeza sublime, amenazadas de muerte por -según los extremistas ultraortodoxos- transgredir la sharia (del árabe sari'a), el camino recto, las normas de conducta que deben regir la vida de todo musulmán; sagrada ley del islam, compilada y codificada por los grandes juristas musulmanes de los siglos VIII y IX.
Porque con "Timbuktu" estamos ante una atroz tragedia humanista, concebida y planificada por su autor como experiencia seca, cortante, sin asomo de efectismos de ningún tipo. Las soluciones estilísticas que aplica Sissako a la película son más cercanas a la libertad expresiva del cine independiente, que a la apropiación que de ellas han hecho la televisión, la publicidad o el videoclip. Su rigor, honestidad y sinceridad quedan fuera de toda duda, al tiempo que aboga por la tolerancia, por el principio de no hacer el mal, de no dañar, frente al dogmatismo más cerril. Es decir -como muy bien expresa el profesor Giovanni Sartori-, que no estamos obligados a tolerar comportamientos que nos infligen daño o perjuicio.