Con un paupérrimo uso de una buena idea, Time Lapse es una producción más propia de un telefilm que de otra cosa. Como digo, la premisa es en cierto modo original pero el desarrollo que se hace de la trama es decepcionante. El guión es lamentable, y le da a los personajes unas motivaciones y un comportamiento que resultan absurdos e inverosímiles. El director no se molesta en justificar lo que va pasando con un mínimo de coherencia, así que el poco interés que despierta el inicio de la cinta se va esfumando con rapidez. La producción es modesta, lo cual tampoco ayuda a dar más aliciente al espectador. Lo único que va en aumento a medida que avanza la película es el sopor que produce, llegando a ser una tortura llegar hasta el final. Un final, por cierto, ridículo.
Las interpretaciones son mediocres tirando a malas, y los actores elegidos no dan el pego en ningún momento. El trío protagonista está conformado por los veinteañeros Danielle Panebacker (que debería plantearse cambiar de agente, ya que también la pudimos ver en la penosa Piraña 3DD (2012)), Matt O'Leary y George Finn, que son más habituales en series de TV que en cine. Me hace gracia encontrar acreditado al veterano John Rhys-Davies ya que, si no recuerdo mal, ¡sólo aparece en una fotografía! El director Bradley King debuta en el largometraje con mal pie, aunque sorprendentemente a día de hoy "Time Lapse" tiene una inexplicable valoración de 6.4 en IMDB.
Que sirva esta crítica como advertencia. Mantenéos alejados de "Time Lapse".
Mi nota: 1