Cuando pensé en Burgos, cuando pensé en escribir sobre esa jornada única a mi cabeza vino el titulo de aquel mítico "Lucy in sky with diamonds" de los Beatles. Burgos in sky with diamonds. Una experiencia lisérgica, llena de matices, de zonas dispares, contrarias, frontales. Borgoña, Rodano, Alsacia, Bouzy, Duero, Galicia. Tinto, blanco y espumoso, y dulce, pero no dulce a secas, dulce austriaco de Kracher y dulce de Nikolaihof. Y riesling perenne, encerrado durante 16 años en barricas inmensas para...¿para que?. Para que sorprenda, para que engañe, para que vista ropajes ajenos de dulces menudos y muertos.
André Clouet es un cachondo. Actua como la persona que sabe que hace algo que es muy necesario y que, ademas, está encantado de ser precisamente el quien lo hace. Un conocido mío, mas ácido en el comentario que yo (que ya es decir) me resumió la figura como "es francés". Si, lo es. Dudo que sin serlo se asumiese con tanta elegancia y estilo hacer un champagne como el suyo. O como el 2002 de Claude Cazals. Bollería fina, almendras, tostados, y una acidez digna y presente a cada sorbo. ¿Y la chenin blanc de Savennieres del Clos du Papillon de 2007?. Si se trataba de ser sorprendido aun lo estoy.
Tui. Si no la conocen deberían conocerla. Y si no quieren conocerla al menos acepten su existencia para acudir a la cuarta edición del principal certamen del vino autentico al noroeste de España y con referencias en Portugal y este año en el levante.
Y para mi lo mejor. Los amigos, los de siempre y los nuevos, las sensaciones. El calor, la conversación, sobre el vino y sobre la vida. Los sabores, las sorpresas, la estima y el cariño. Un tiempo de pruebas intangibles.
No entiendo como alguien puede no enamorarse del mundo del vino.
*Fotos todas de mi autoría.