Tinta Secuencial (40): Punisher, un repaso al segundón justiciero

Viñeta de la serie Punisher MAX presentando a Frank Castle

El artículo de hoy, sin ningún motivo especial, quisiera dedicarlo al análisis de Punisher como franquicia cinematográfica, pues su imagen como antihéroe de Marvel está en estos últimos días bastante dejada de lado, exactamente lo mismo que ha pasado con las distintas películas que han adaptado al personaje, ya que han pasado sin pena ni gloria.

Vengador (The Punisher) 1989

Tras el asesinato de su familia a manos de grandes líderes del crimen, Frank Castle se refugia en las cloacas para perpetrar su venganza, regalando larguísimos planos-secuencia de él en moto recorriendo túneles interminables.

Cualquier parecido con la fuente original se limita a una calavera tallada en un puñal que llevo Dolph Lundgren, a quien se le puede ver con uno de los tintes de pelo más ridículos de aquella época. Aunque la película no sea otra cosa más que una oda a la violencia más gratuita y carente de sentido que se pueda encontrar, su poco éxito y ese regusto a serie B del más bajo presupuesto sirven como atmósfera no pretendida para que el espectador, si se encuentra en actitud predispuesta, llegue incluso a disfrutarla.

El Castigador (The Punisher) 2004

Esta vez no solo mueren su mujer e hijos, sino que toda su familia es arrasada a base de plomo caliente en la que posiblemente sea la reunión familiar más numerosa de la historia, ya que no falta ni el sobrino del charcutero que le servía las chuletas buenas a su tía abuela.

Segunda adaptación que se hizo del personaje de Marvel, resultó un fiasco todavía mayor que la anterior. Thomas Jane es incapaz de dotar a su personaje de ninguna expresión, y su enfrentamiento contra un Travolta pasado de rosca no convence a nadie. El guión resulta disparatado hasta para considerarse autoparódico y las escenas de acción, único aliciente que le queda a la película, tampoco son cosa del otro mundo.

Punisher: War Zone

Obviando completamente ya no el origen, sino toda obra anterior a ella, empieza la historia directamente, dando por supuesto que se conoce su origen, o al menos se tiene una breve noción del mismo. Esta maniobra no es desconocida, se lleva usando toda la vida en la franquicia de James Bond.

Paradójicamente, la mejor de las tres adaptaciones al cine que ha sufrido este personaje de Marvel Comics es también la que menos éxito de todas ellas ha tenido, llegando a ser editada directamente en DVD en multitud de países tras el fracaso en taquilla que sufrió en Estados Unidos.

Antes de que se pusieran de moda los reboots, los remakes, y demás formas de reiniciar franquicias para volver a exprimirles el jugo, llegó esta película protagonizada por uno de los actores más afamados de la serie de TV Roma, dirigida por un hombre con muy pocos títulos a sus espaldas, y que fue vendida como secuela del despropósito protagonizado por Thomas Jane, aunque en ningún momento se hace referencia, dentro de la trama, a su antecesora. Es más, la catalogación de secuela, ese “2” en el título, fue un agregado del mercado extranjero.

Así pues, realmente se trata de una historia que se puede disfrutar perfectamente de forma individual, y que aporta muchísimo más que las dos anteriores. Su estética más oscura y sucia, unas actuaciones más metidas en su papel y las coreografías de lucha bien planteadas impulsan como resultado esta incomprendida cinta de acción.

Carcayú

Hola, soy Borja Prieto, y soy una bellísima persona, como Ramón Langa.

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