Frescura, humor, sinvergonzonería, cierta mala leche, sarcasmo inteligente, coña gaditana y las verdades del barquero. Realidad y ficción autoalimentadas, caricaturas de seres de carne y hueso. Una mujer-personaje que cuenta cosas de su agosto en el campo, de su familia, de sus neurosis, insatisfacciones e inseguridades. Socióloga perspicaz e intelectual en ciernes, en su vida están Bashevis Singer y la preocupación por el peso, el cariño por los suyos y el deseo de matarlos. Lo profundo y lo superficial. Un irreverente retrato de familia con mucha gracia que trata sobre las cosas pequeñas de la vida, y, en el fondo, sobre la felicidad.
Es estilo directo y coloquial es particular, leído uno se ve claramente si el libro gusta o no. Alguno de sus Manolito Gafotas he leído, y también alguna de sus novelas “normales”. Me gustan mucho más estos artículos.