Al igual que en deportes como el fútbol según la posición en la que jueguen los futbolistas tienen unas características diferentes, en el ciclismo ocurre lo mismo. Vamos a encontrar diferentes tipos de corredores, cada uno con una función y unas características físicas determinadas.
Escaladores
Este tipo de corredores son los que mejor se van a desenvolver en etapas montañosas. Suelen ser ciclistas muy delgados y de poca envergadura.
Tienen el cuerpo diseñado para poder ascender puertos de la manera más eficaz posible. El bajo peso les permite tener una relación peso/potencia perfecta para afrontar una gran subida.
Dentro del pelotón profesional algunos ejemplos de escaladores son Nairo Quintana, Alberto Contador o Chris Froome.
Rodadores
Este tipo de ciclistas son especialistas en rodar a grandes velocidades en terrenos llanos. Suelen ser ciclistas más pesados y con más envergadura que los escaladores. En contra, debido a su mayor peso que los escaladores no se defienden tan bien en terrenos montañosos.
Algunos ejemplos de este tipo de ciclistas son Tony Martin, o en su día Chente García Acosta.
Sprinters
Son los ciclistas que más potencia muscular van a tener para realizar esfuerzos muy intensos en períodos cortos de tiempo. Suelen ser corredores también corpulentos y muy musculados.
Gregarios
Son los ciclistas cuya función es ayudar al jefe de filas a conseguir sus objetivos. Son los que realizan el trabajo “sucio” en las carreras. Sin embargo su labor es fundamental. Aunque realicen el trabajo oscuro en el ciclismo actual es muy complicado ganar si no se tienen buenos gregarios. Se encargan desde tirar del pelotón en determinados momentos hasta llevarles la comida y bebida al jefe de filas.
Clasicómanos
Estos son los corredores que son especialistas en competiciones de un sólo día. Suelen ser ciclistas muy completos, que además de ser buenos rodadores y tener una buena llegada al sprint se defienden bien en terrenos montañosos. Aquí podemos encontrar corredores como Peter Sagan o Alejandro Valverde.