Tipos de Hepatitis en perros | Diagnóstico y Tratamiento

Por Evolucion2015

La hepatitis en perros, otra de las enfermedades virales más peligrosas del mundo canino. Afecta principalmente al hígado, uno de los órganos vitales más ocupado de todo el organismo, el cual está encargado de diversas tareas como procesar los nutrientes recibidos mediante el alimento antes de que lleguen a los intestinos, destruir y desechar cualquier toxina dañina que pueda atentar contra la salud del perro, almacenar energía, sintetizar las proteínas encontradas en la sangre, producir bilis para apoyar a otros órganos en el proceso de digestión, desintoxicar el organismo y sus componentes, y cumplir junto con los riñones los procesos metabólicos. Por eso, cuando el hígado se ve afectado por alguna afección, ya sea vírica, bacteriana o benigna, se ve en peligro el buen funcionamiento de una buena parte del organismo del can, el cual se ve incapaz de realizar con normalidad muchos de los procesos metabólicos y digestivos, esenciales para mantener en óptimas condiciones la salud del perro. La hepatitis canina es causada por un virus llamado “Adenovirus” del tipo I, el cual afecta generalmente a perros jóvenes o no vacunados, son muy raros los casos de hepatitis en canes mayores a los 2 años de edad. Por eso, para mantener protegida a tu querida mascota contra esta molesta enfermedad debes saber de qué se trata, en que formas se presenta y en caso de que llegara a padecerla cual sería el tratamiento más acertado.

Tipos de hepatitis en perros

Existen tres diferentes tipos de hepatitis canina, estos son:

  1. Hepatitis común: esta especialmente es causada por cualquier agente extraño que represente un peligro para el organismo del can, bien sean sustancias u objetos tóxicos, medicinas, bacterias, hongos, virus o cualquier otra condición que afecte el buen funcionamiento del hígado. En este tipo de hepatitis los síntomas suelen presentarse cuando el hígado se encuentra en un estado muy grave y aparatoso.
  2. Hepatitis auinuminataria: es también llamada enfermedad hepática autoinmune, y corresponde a una confusión de las células que conforman al sistema inmune, las cuales toman a las células sanas del hígado como invasores tóxicos y  dañinos hasta el punto de atacarlas pensando que eliminan un agente externo, posible causante de una enfermedad. Debido a este extraño comportamiento del sistema inmunitario el hígado hace frente a una serie de lesiones importantes.
  3. Hepatitis infecciosa: este es el tipo de hepatitis del cual te hable anteriormente, es causada por el virus “Adenovirus” correspondiente al tipo I o tipo canino. Esta enfermedad solo afecta a los perros, por lo cual, la hepatitis humana no se compara en ningún sentido, y tampoco es una zoonosis, es decir, que solo los canes pueden verse atacados por este virus. Es una de las dolencias infecto-contagiosas más graves del mundo canino, esto por su capacidad de provocar la muerte del paciente en un periodo muy corto.

Síntomas

La sintomatología es muy inespecífica, pues constantemente es confundida con la de otras afecciones, como el moquillo o distemper canino, la toxoplasmosis, la leptospirosis y la rabia, por lo que es importante asesorarte con un profesional veterinario. Los síntomas suelen ser muy parecidos en cada uno de los tipos de la enfermedad, estos son:

  • Coloración amarillenta en la piel y las mucosas
  • Fuerte dolor abdominal, marcado por una curva anormal en la postura del perro
  • Imposibilidad de hacer movimientos enérgicos
  • Aumento de las secreciones nasales y oculares
  • Conjuntivitis
  • Fiebre
  • Fatiga
  • Vómitos
  • Diarrea a veces sanguinolenta
  • Depresión
  • Falta de apetito
  • Anorexia
  • Deshidratación
  • Amigdalitis aguda
  • Ictericia (palidez de las mucosas)
  • Edemas subcutáneos en la cabeza y el cuello
  • Edema de córnea u ojo azul
  • Hipersensibilidad abdominal
  • Inflamación en los riñones
  • Hepatomegalia (hinchazón y agrandamiento del hígado)
  • Convulsiones
  • Hemorragias

Cada síntoma o señal es más grave que la que le precedió,  pues representan el agravamiento en cada una de las fases de la hepatitis.

Formas de hepatitis en perros

Esta condición puede presentase de diferentes formas, y aunque es muy peligrosa, en algunas ocasiones suele atacar de una manera menos impetuosa, estas formas son:

  • Hepatitis peraguda: solo afecta a cachorros recién nacidos o menores de 3 semanas de edad. Es muy grave pues la enfermedad puede comenzar como un dolor abdominal, pero con el paso de los días y hasta las horas puede dejar a los cachorros prácticamente moribundos, causándoles la muerte instantáneamente. Se caracteriza por venir acompañada también por episodios de fiebre, diarrea y vómitos. En la mayoría de los casos este problema hepático se presenta porque su madre no fue debidamente vacunada, sin embargo, el número de muertes a manos de la hepatitis peraguda ha mermado considerablemente, pues, al tratarse de una enfermedad tan grave, el esparcimiento de la vacuna que la previene ha tenido un gran alcance. Por eso, hoy en día esta condición es muy rara.
  • Hepatitis aguda: esta es una forma un tanto más clásica, y generalmente no es detectada al principio por el dueño, pues provoca en las primeras etapas muy pocos síntomas, entre ellos letargo, fiebre, vómitos y diarrea, razones suficientes para acudir al veterinario pero no para realizar un diagnóstico final. Generalmente en muy poco tiempo los perros afectados por este tipo de hepatitis comienzan a desarrollar una amigdalitis aguda, inflamación de los ganglios linfáticos (órganos situados debajo de la mandíbula) y enrojecimiento de las mucosas. Este tipo de señales indican implícitamente esta forma de hepatitis, debido a que son muy extraños los casos de amigdalitis aguda, solo en este y en muy pocos casos. La evolución de la enfermedad es muy rápida, pues luego de muy poco tiempo el can comienza a vomitar y a defecar anormalmente (diarrea), signos que normalmente van acompañados con una pérdida total del apetito y en un cuadro más grave la deshidratación. En el examen físico el veterinario notara una especie de agrandamiento en la parte abdominal, la cual al tacto resulta dolorosa para el perro. En las últimas etapas aparecen síntomas como ictericia (palidez de las mucosas), sangrado en las encías y contracción de los músculos abdominales. Aproximadamente 4 de cada 5 perros logra vencer y sobrevivir a esta forma aguda de la hepatitis en perros, los cuales suelen recuperarse totalmente, aunque para lograrlo tienen que pasar por un tratamiento exhaustivo por un periodo extenso.
  • Hepatitis leve: como su nombre lo indica este es un tipo de hepatitis más intrascendente, porque los canes que la llegan a padecer solo muestran unos cuantos síntomas de la extensa lista; fiebre un poco elevada o quebranto, pocos episodios de diarrea e inflamación de los ganglios linfáticos, nada que la medicación apropiada, la alimentación de calidad y el reposo no curen.
  • Variantes de hepatitis: como te explique un poco antes, muchas veces la hepatitis poder ser confundida con el moquillo canino, sobre todo cuando el perro sufre de convulsiones (desencadenadas por una falla hepática), aunque no son raras las veces en que estas dos enfermedades actúan de manera simultánea, por lo tanto, el diagnostico puede ser guiado por cualquiera de los dos rumbos. Y uno de los síntomas de puede despejar la duda de cuál de las afecciones está afectado realmente al perro es el edema corneal, el cual es un trastorno característico de la hepatitis; recibe el nombre de “ojo azul” por la formación del edema en la superficie del mismo, el que le da un aspecto azulado, turbio y opaco. Este aparece y desaparece de manera espontánea sin necesidad de tratamiento, pero es una señal clave para determinar el rumbo del diagnóstico final.

¿Cómo se contagia la hepatitis en perros?

Los perros, casi exclusivamente los no vacunados, callejeros y mal cuidados, se contagian de manera directa al entrar en contacto con la orina de otros congéneres infectados en la forma aguda; e indirectamente por medio de objetos contaminados con dichos desechos. Algunos ectoparásitos pueden participar de manera inactiva en el contagio de la enfermedad, pues en sus organismos pueden alojar el virus, y al llegar a su víctima, pasárselo mediante las heridas formadas por sus mordidas.

Este virus potencialmente mortal permanece durante varios días en el ambiente o en un fómite u objetos contaminados, donde se encuentran activos durante meses, a la espera de un animal propicio para infectar. Ya en el organismo del que sería su alojador, se localiza en las amígdalas hasta llegar a los ganglios linfáticos, donde rápidamente emprende su viaje al flujo sanguíneo y, en menos de 8 días, se disemina hacia los demás tejidos y secreciones, causando fiebre, vómitos, dolor y progresivamente los demás síntomas de la infección. Pasados los 3 días puede presentar severas complicaciones o recuperarse súbitamente, generalmente indicada por el edema corneal, el cual aparece alrededor de los 14 días luego del contagio.

Diágnostico

Siempre es necesaria la ayuda del veterinario, solo él puede realizar los exámenes y análisis apropiados para la correcta detección de la hepatitis en perros. Si aún no sospechas de ninguna condición hepática, el veterinario deberá realizar una exploración física exhaustiva, donde buscara signos de distención muscular, inflamaciones anormales y dolor. Aunado a esto, realizara diversos análisis de laboratorio, como exámenes de sangre y orina, además de radiografías y  ecografías. En algunos casos es necesario realizar biopsias del hígado o de los ganglios linfáticos inflamados.

Tratamiento

Debido a que es una enfermedad de origen viral, no existen un tratamiento específico que detenga la infección, más bien, es totalmente sintomático, es decir, que la recuperación del can dependerá de una serie de tratamientos paliativos que paulatinamente terminan con la desaparición del virus, sin embargo, como te mencione anteriormente, este proceso suele ser largo e intenso. Entonces, el tratamiento es limitativo, por lo que se requiere que los daños ocasionados por la enfermedad sean mínimos, y esto se logra con:

  • La administración de antibióticos para prevenir al organismo contra infecciones bacterianas secundarias.
  • Medicación para controlar la expansión y agravamiento de cado uno de los síntomas, como la fiebre, la diarrea, los vómitos, el dolor abdominal, la insuficiencia hepática y renal, etcétera.
  • Dieta especial y balanceada, dependiendo de cuál sea el estado del hígado.
  • Reposo absoluto, sin ningún tipo de actividad,  ejercicio o esfuerzo físico. Las recaídas en la mayoría de los casos suceden cuando, apenas culminado el tratamiento, el perro se ve expuesto a tareas que requieran de mucho movimiento, como paseos o juegos.
  • Administración de medicamentos antiinflamatorios para evitar el dolor y la distención abdominal causados por la inflamación.
  • Debido a que la actividad hepática disminuye en calidad y rapidez, algunas medicinas tardaran más de lo normal en procesarse, por lo que, en algunos puntos del tratamiento el veterinario decidirá si se debe bajar o subir las dosis, dependiendo siempre de la recuperación del hígado. Nunca “automediques” a tu mascota pensando que ya se encuentra en mejor estado de salud y que un pequeño aumento en la dosis resultara beneficioso para ella; tú no sabes exactamente cuál es su condición, por eso limítate a seguir las indicaciones del profesional.

Alimentación adecuada para un perro con hepatitis

Por lo que has podido leer hasta ahora, entenderás que la hepatitis en perros es una enfermedad que debe ser atendida con sumo cuidado, priorizando siempre la completa recuperación del can. Incluso la dieta debe ser estricta, porque debido a las fallas en el hígado, habrá muchos alimentos que no podrán ser normalmente procesados como antes. Para contribuir a la recuperación del perro mediante la alimentación debes:

  1. Consultar con el veterinario: antes de tomar cualquier medida para cambiar la alimentación del perro con hepatitis, debes consultar con el veterinario. Existen distintos tipos y formas de hepatitis, por lo que el profesional será el que determine que cuidados son los mejores para su condición individual.
  2. Adaptar su alimentación: durante este periodo deberás adaptar esta faceta de su vida a las necesidades que claramente presenta su hígado. Por lo tanto, una dieta con grandes cantidades de proteínas vegetales y con poca grasa, sodio y cobre, será beneficioso para el reposo y descanso del hígado. Hay diversos piensos comerciales con características nutricionales exactas para perros con enfermedades hepáticas, puedes preguntar a tu veterinario cual es la más adecuada para tu perrito. Si por otro lado, tu mascota presenta un rechazo a este tipo de comida y tienes la aprobación del médico para probar con otros métodos, puedes optar por alimentos de origen vegetal, como el tofu, la soja y el seitán, los cuales deberán ser administrados por lo menos en un 20 por ciento. También puedes pedir que te prescriban un suplemento proteínico.
  1. Añade carbohidratos: es imprescindible reducir al mínimo la ingesta de proteína animal, debido a que la descomposición de estas produce amonio, un nutriente totalmente tóxico en casos de fallas hepáticas. Por ello, al no consumir este tipo de proteínas animales, se debe compensar esta perdida en su alimentación, lo más recomendables para esto sería la ingesta de arroz integral, porque resulta sana, ligero y sencillo de digerir.
  2. Incluye vegetales: en casos de hepatitis en perros será muy importante añadir fibras vegetales (judías, lechuga, espinaca, etc.) a la dieta. Son muy beneficiosas, debido a que permiten que el intestino y no el hígado, absorba las endotoxinas, lo que resulta excelente para el reposo de este órgano enfermo. Si a tu mascota no le gustan el aspecto o la consistencia de estos vegetales, puedes agregarle un poco de la grasa donde anteriormente hayas cocinado carne, solo con esto bastara para que el olor los anime instantáneamente a probar.
  3. No olvides la vitamina C: esta vitamina es el perfecto antioxidante, recomendable para tratar problemas hepáticos. Muchas comidas para perro comerciales ya contienen un gran número de vitamina C en sus fórmulas, así que acude primero a tu veterinario para saber si incluir un poco más a su dieta ayudar a hacer sentir mejor a tu perro. Es imprescindible que hagas eso antes de hacer cualquier cosa, pues sobre estimular al organismo con esta vitamina puede inducirlo a producir el cobre, un mineral contraindicado en casos de hepatitis.
  4. Incrementa la ingestión de vitamina K: una de las tareas de un hígado sano es limpiar la sangre del organismo y absorber y procesar los nutrientes y vitaminas que en ella se hallan. Un perro con hepatitis no es capaz de hacer nada de lo anterior, por lo que es vital que añadas vitamina K a su dieta, esta puede encontrarse fácilmente en vegetales de hojas verdes y algunas que otras frutas.
  5. Evita la falta de apetito: el no comer, tanto en humanos como en perros, tiene consecuencias fatales, y más cuando se sufre de alguna afección que ataque a uno de los principales órganos del cuerpo. Y aunque resulta difícil lograr que un can con problemas hepáticos efectivamente coma, no es imposible. Te recomiendo utilizar trucos y técnicas para hacer de esa comida apetecible, para su nariz y paladar. Calentar un poco la comida antes de brindársela es muy efectivo, pues inmediatamente comparan a lo caliente con lo blando y fácil de comer. Otra opción serían las latas de comida con propiedades especiales para canes con hepatitis, tienen una textura más interesante para su paladar. Las recetas caseras son importantes para restablecer las ganas de comer, unas cuantas raciones al día ayudaran a normalizar la función de su hígado.

Si te resulta difícil alimentar a tu perrito enfermo con dietas caseras especiales ¡No te preocupes! En el mercado existe una amplia gama de comidas especiales para este tipo de dolencias, que aparte de resultar beneficiosas para tu mascota lo serán también para tu bolsillo. Sin embargo, no descartes lo natural, pues también es muy importante para una más rápida y mejor recuperación, con que añadas algo unas dos veces al día estará bien. Conversa con tu veterinario que dieta complementada puedes brindarle a tu querida mascota.

Prevención

¿Ya ves lo complicada y riesgosa que resulta la hepatitis en perros? Que beneficioso seria tomar las medidas adecuadas para prevenir estos malos ratos ¿no crees? La medida más responsable y acertada es vacunar a tu querido compañero en el tiempo estipulado por el médico veterinario. Se deben aplicar primero dos dosis y luego varios refuerzos en los consecutivos años de la vida del can. La vacunación es esencial para prevenir las enfermedades virales en cualquier perro, independientemente de su edad, raza o sexo. Además, la buena limpieza del hogar es necesaria para mantener la buena salud y el bienestar del can, así evitaras cualquier proliferación de parásitos, virus, hongos o bichos que puedan atentar contra tu familia. No expongas a tu mascota a perros presuntamente enfermos, y mucho menos a sus desechos. Si tu compañero lamentablemente resulto contagiado por cualquier razón, mantenlo aislado de los demás hasta que se recupere, un virus de este tipo puede infectar rápidamente el ambiente, además, lávate las manos cada vez que lo toques o tengas contacto indirecto con él.

Dile si a la vacunación y a los cuidados responsables. La felicidad de tu perrito esta en tus manos, no lo expongas innecesariamente a estas terribles afecciones. Sigue estos buenos consejos y conviértete en una madre o padre excepcional.

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