Tipos empresariales: el directivo Z

Por Formación Y Control @FyControl

En 40 años pisando empresas, me encuentro con personajes “tipos” repetidos. Así que he pensado interesante el ir recogiéndolos, sabiendo que esta descripción servirá para que otros les reconozcan. Tengo la tranquilidad de saber que a nadie ofenderé, porque la regla de oro dice que nadie se reconoce en una descripción crítica que otros hagan de ellos. ¿Que por qué Z?. Bueno, la elección de la letra me parecido obvia.

El Directivo Z suele ser una persona agradable y cordial, en el trato superficial. En lo profesional, una absoluta nulidad. De su tema, saben lo necesario para mantener una conversación. Sus decisiones, se toman casi siempre como “huida hacia adelante”, les interesa resolver el problema “de hoy”. Pero como no tienen demasiada capacidad para preveer las consecuencias de esa decisión en el futuro, entienden que cuando llegue el problema, “ya lo resolverán”.

Y la gente se pregunta ¿pero este cómo ha llegado a jefe? ¿De quién es hijo? ¿Con quién se acuesta? Suele ser una pregunta falsa. Los Z suelen ser nulos en los aspectos profesionales. Pero son magníficos, en los temas políticos. El tiempo que otros dedican a trabajar, ellos lo emplean en pasillear. Recuerdo a uno que cuando llegaron de visita a su planta los grandes jefes de la multinacional, se pasó todo el día en los pasillos, para hacerse el encontradizo con ellos. Además, como su inglés era su única cualidad, logró causar en estos una buena impresión. Los Z suelen tener siempre culpables de los fracasos, y gran facilidad para apropiarse de los méritos de otros. Pero esto lo hacen bien. No hay que quitarles valor ni mérito, no es fácil lo que ellos hacen. Otra de sus características es que defienden al jefe apasionadamente…hasta que éste pierde el poder, evidentemente. Para ellos, el mayor valor empresarial es la fidelidad, y de alguna forma, saben arrimarse a jefes que valoran esta fidelidad (falsa, pero bien presentada) como algo importante.

Si tienes un Jefe Z, huye. Si eres un profesional, se aprovechará de ti, y luego te traicionará sin ningún reparo. Si eres más político, igual te va bien si te conviertes en su corifero y adulador. Y no te preguntes por qué el gran jefe consiente a gente así a su alrededor. A veces es porque son de la misma madera.