TIPS DE SALUD: Adolescentes y las loncheras escolares

Por Samariel4ever @samariel4ever

Mis hijos han crecido, y me preocupa lo que puedan comprar en el kiosko del colegio, así que les sigo enviando lonchera, aun que estoy consiente que el próximo año ya no quieran cargar con una lonchera... Ariel y Samuel me lo han dicho fuerte y claro. El ingreso a la secundaria implica cambios para nuestros hijos adolescentes, no solo a nivel académico (cursos y profesores) sino también en algunos hábitos comunes como sus horas de comer y formas de consumir sus alimentos.
Si hasta el año pasado despertabas muy temprano para enviar la lonchera a tu hijo, el próximo año no tiene por qué cambiar. Aunque es poco probable que tu adolescente quiera colgarse una lonchera al hombro. ¿Que hacemos? ¿Reemplazar la lonchera por dinero, para que compren "su comida" en el colegio? ¿Seguir enviando una lonchera infantil? 
Para evitar enfrentamientos innecesarios con nuestros recientemente estrenados adolescentes, nosotros debemos adaptar la lonchera a la comodidad de ellos, enviando los panes en envases herméticos, los cuales puedan colocar en la mochila y enviar frutas enteras para que no cambien su olor, color y sabor. Así nos aseguramos que su alimentación continúe siendo equilibrada. Ya hemos comentado en publicaciones anteriores que es muy importante incluir en la lonchera los tres grandes grupos de alimentos:
  • Alimentos Constructores: ricos en proteínas como las carnes, las vísceras, el huevo, los lácteos y las leguminosas.
  • Alimentos Energéticos: ricos en carbohidratos y grasas como el pan, la papa, el camote, la yuca, la palta, las aceitunas, las pecanas, las pasas y mantequilla.
  • Alimentos Protectores: ricos en diversos minerales y vitaminas en donde tenemos a las frutas, las verduras y los hongos.
  • Fibra: un gran alimento que debe estar presente todos los días en la lonchera.
Una recomendación final, debemos prestar mucha atención en el comportamiento de nuestros adolescentes con respecto no solo a la lonchera, sino a toda su comida. En esta etapa se da la mayor prevalencia de desórdenes alimenticios, y es labor de los padres, detectar a tiempo alguna conducta extraña con respecto a la alimentación.
"La adolescencia es un periodo de cambios para los hijos y sus padres"