Sabemos que conciliar el trabajo y la familia no es tarea fácil, y también somos conscientes de los problemas que puede acarrear el no llegar a un equilibrio entre ambas parcelas de la vida. Por ello, te ofrecemos algunos mecanismos de conciliación que harán que puedas compaginar mejor ambas cosas.
Actualmente, la mayoría de la población tiene dificultad para conciliar el trabajo con la vida familiar. Esto se debe a que el tiempo es limitado y no podemos realizar a la vez actividades que transcurren en diferentes lugares.
Hace unos años, era normal que el modelo familiar se conformase con un hombre proveedor, que trabajaba para aportar dinero a la familia y, una mujer que se dedicaba a las labores de la casa y el cuidado de los niños. Pero hoy en día, este modelo ha ido dejando sitio a otros más complejos, en los que se incluyen familias con dos miembros trabajadores, familias monoparentales, etc. El estrés de la carga laboral es ahora compartido y la frontera entre el ocio y el trabajo se difumina, creando esta situación conflictos en la vida familiar.
Turnos de trabajo se establecen en función a las necesidades del mercado y limitan mucho la vida en común, actividades laborales que continúan después de la jornada, la necesidad de tener más de un trabajo, son elementos que participan para que se desarrolle este problema tan generalizado.
Además, las empresas no se sienten responsables, aunque el coste de la incompatibilidad entre trabajo y familia sea la disminución de la producción, la insatisfacción de los trabajadores, el deterioro de la calidad de vida y la alta rotación de trabajadores, entre otros (Chinchilla, Poelmans y León, 2003).
Nosotros, te proponemos 6 tips que te ayudarán a compaginar el trabajo y la vida familiar:
1. En el hogar, debe existir un reparto equitativo de las tareas. De esta forma, se evita que uno de los miembros realice una doble jornada de trabajo (la que realiza en el trabajo y la del cuidado doméstico).
2. Procura que el tiempo que dediques a tu familia, bien sea pareja o hijos, sea de calidad y esté colmado de afecto y atención. Es decir, procura que el poco tiempo que puedes dedicarles sea de calidad.
3. Pon un tiempo limitado de trabajo y cumple los horarios. Llevarse el trabajo a casa se ha convertido en una rutina para muchas personas. Si te ves obligado a llegar a esta situación, establece un tiempo determinado para ello y no lo incumplas.
4. Aprende a delegar tareas. A veces es necesario recurrir a ayuda externa. Bien sea llevando a los niños a la guardería o contratando a una persona para que ayude con las tareas del hogar, si la situación lo requiere no dudes en ello.
5. Organiza tus actividades y tu tiempo de ocio. El tiempo de ocio es tan necesario para la persona como el tiempo de trabajo. Por ello debes dedicarte tu propio espacio, aunque sea un par de veces por semana.
6. No te sientas culpable. No sientas remordimientos por disfrutar de tiempo para ti. El estrés y la ansiedad que generan la falta de dedicación a uno mismo, puede llegar a ser preocupante. Por eso, debes tener claro dónde están los límites.