Ilustración Lydia Nichols.Lagusanita Tita, aventurera y soñadora, a todos sorprendía y es que no pasaba un solo día sin hacer algo más que excavar y comer sin parar.¡Ella tenía un don, mucha imaginación! Pensaba que la vida tenía mucho que ofrecer y se atrevía a mirar más allá de su pequeño agujero, al que no llegaba el Sol.Le encantaba posarse en medio de las flores. Allí, entre sus colores, se estiraba y sonreía imaginando que era una mariposa a punto de echarse a volar.Cuando llovía, en lugar de esconderse, buscaba un charco, a una hoja se subía y navegaba encantada disfrutando del vaivén como una experimentada timonel.Y es que Tita, la gusanita, no entendía por qué debía estar siempre bajo tierra escondida si podía nuevos territorios explorar y, aunque pocos la entendían, ella hacía de su día a día una aventura y vivía así con alegría.
AUTOR: Nuria Espert Más.