Esta disciplina artística es capaz de dar vida a objetos inanimados pero su más fantástica habilidad es la de la transformación, ellos son capaces de convertir lo bueno, en malo, lo malo en bueno y en una milésima de segundo lograr que el espectador empatice y sienta la necesidad de interaccionar con el mundo que ellos plantean. Es una disciplina que se ofusca en encontrar los procesos coherentes donde pequeños conatos de entendimiento, desbancan imágenes y creencias concretas,hasta dejarlas abiertas al movimiento natural que nace del objetivo último. Artistas de la distancia que busca cercanía y diálogo completo, son capaces de lograr que ames lo que nunca podías haber amado, que desees lo que nunca deseaste insuflando de vida cualquier cosa que aparezca ante tus ojos. Artífices del juego interactivo, aparcaron bellas historias de muestra, para llevarlas a una caja donde investigaron las formas de comunicación interactiva más perfecta, saltando la caja, se llevan a cualquier espacio los sueños de los más grandes para darles un lenguaje infantil que entienden todos. Las aportaciones que esta disciplina ofrecen en eventos, no está tanto en su arte, sino en todas las condiciones que manejan para convertir lo feo en bello y lo bello en feo, habilidad que luego pueden manifestar en objetos que teniendo vida propia cuentan, charlan e interaccionan.
Esta disciplina, bien estructurada, ofrece la posibilidad envidiable de hablar de errores para encontrar soluciones que logren manifestarse en piezas simples. Vincula por empatía, logra interactividad y desarrolla habilidades y manejo del lenguaje que se coloca en el mundo infantil para poder hablar de cosas serias, sin tener que nombrarlas con la voz ronca del adulto.
Los artistas y equipos artísticos que trabajan estas disciplinas conservan herramientas y conocimientos en la transformación de personajes, a vista del público, manteniendo coherencia de principio a fin que corrige contradicciones a fuerza de escuchar correctamente el diálogo que se dibuja con el público. Controlan los beneficios del ritmo, la sincronía y son capaces de escribir historias que trasladan grandes cantidades de contenidos. Abren canales de comunicación e interacción y es la disciplina artística que maneja con más facilidad las claves del juego infantil para dar oportunidad de tratar con seriedad, asuntos de lo más esenciales. Son duchos en el arte de mantener distancia óptima con respecto a la tarea y despliegan un compromiso con el equipo que construye mundos y entornos familiares cercanos.