Algunas de las mujeres que esperaban dialogar con Alanís Sámano son María de Jesús Armendáriz “Marichuy”, víctima de acoso sexual en la SEDUVOP; Griselda Haro, víctima de violencia en la Noria de San José; Teresa Carrizales Hernández, víctima de la actual administración gubernamental de la capital, y quien declaró que se había acordado una cita en el Centro de Justicia para las Mujeres del Estado, pero repentinamente y de último momento se les avisó que sería en la Comisión Ejecutiva Estatal de Atención a Víctimas (CEEAV). La excusa fue simple: Alanís Sámano iba a dar una rueda de prensa en las instalaciones de la CEEAV, por lo que le sería más fácil atenderlas allí.
Al no tener otra opción, las mujeres se trasladaron al CEEAV, lo cual además de haber sido inútil fue humillante; se quedaron sin la posibilidad de hablar con Alanís Sámano acerca de las irregularidades en el Instituto de la Mujer en San Luis Potosí y de las otras deficiencias de las dependencias en el estado, todo por irse con el gober sin siquiera tener la responsabilidad de asignar a un representante que se ocupara de ellas.
Teresa Carrizales dijo que ese acto fue “una burla, porque estamos cansadas. Yo creo que ayer no nos creyeron, entonces aquí nos vamos a amarrar si es necesario; de aquí no nos van a sacar hasta que ahora sí nos tomen en serio.” así que las mujeres no se irán de la CEEAV hasta que no las atienda el gobernador Juan Manuel Carreras López y el fiscal Federico Garza Herrera, e incluso los diputados que tengan que votar en el juicio político que existe en contra del presidente municipal Xavier Nava Palacios.