Año: 1979Género: Distopía Editorial: DEBOLSILLO
Páginas: 384
Sinopsis: Una inquietante novela futurista donde la realidad supera a la fantasía más terrorífica. El escenario: una sociedad ultraconservadora que ha llevado al paroxismo sus rasgos más perversos, dominada por un estado policial. El acontecimiento: La más extraordinaria competición deportiva, una agotadora marcha a pie donde un resbalón puede ser el último. Los competidores: cien adolescentes elegidos por sorteo y decididos a pasar sobre los cadáveres de sus compañeros para llegar a la meta. El premio: fama y fortuna para el ganador, es decir, para el único superviviente... Solo uno será el triunfador. Los 99 restantes morirán.
Stephen King ha revelado que ésta fue la primera novela que escribió, ocho años antes que Carrie fuera publicada en 1974, cuando era un estudiante de primer año en la Universidad de Maine.
Opinión:
Me da pena decir que La Larga Marcha me ha decepcionado. Tenía muchas esperanzas en el argumento, que se me presentaba como innovador (aún más si tenemos en cuenta el año en que fue escrito), pero no he sabido conectar ni con el personaje principal ni con la historia. Narrado con un estilo irreconocible, el libro ha puesto a prueba mi paciencia y se me ha hecho monótono, aburrido y eterno.
Uno de los principales fallos que destaco es el hecho de que los Caminantes (aquellos que compiten en La Larga Marcha) no están ahí obligados. Una vez comienza la carrera no puede detenerse a menos que quieran morir, es cierto, pero la decisión de apuntarse y participar no es más que suya.
Aunque a lo largo de la novela los personajes transmiten su angustia por la caminata que están viviendo, no he podido dejar de decirme a mí mismo “están ahí porque quieren”. Creo que el hacer al protagonista desgraciado, el presentárnoslo como víctima equivocada, como la persona que está en el lugar equivocado en el momento menos oportuno, juega un papel muy importante en historias como Harry Potter (Voldemort podría haber “elegido” para Neville la vida de Harry) o Los Juegos del Hambre (Katniss no fue elegida para Los Juegos), incluso en series como Lost, donde ninguno de los protagonistas tenía porqué coger el avión 815; en La Larga Marcha, Ray (el protagonista), se mete él solo en un problema basado en la monotonía de continuar caminando. La única “lucha” es la de seguir moviéndose. Ni rebeliones, ni sabotajes, simplemente resignación continua de un personaje que no tiene ni una gota del carisma que tienen otros personajes de King.
Si bien el principio es interesante por la ambientación tétrica y las explicaciones de la organización política y social del momento, según avanza la lectura la historia se va volviendo cada vez más plana hasta llegar a los últimos capítulos, donde se suceden montañas y carreteras, algún disparo y conversaciones intrascendentes.
Lo impresionante es que, siendo la primera novela que escribía, King consigue que a medida que ésta avance el lector sienta en su piel la angustia de los protagonistas. Incluso puede que ese cansancio que transmiten sea en parte responsable de las ganas tremendas de acabar con el libro.
Puntuación:
★★☆☆☆