TÍTULO: PROGENIE
AUTORA: SUSANA MARTÍN GIJÓN
EDITORIAL: ALFAGUARA
OPINIÓN PERSONAL:
Con capítulos muy cortos y un lenguaje muy accesible la novela está dedicada a las mujeres y su relación con la maternidad, aunque al ser una novela negra, por supuesto todo surge a raíz del un asesinato de una mujer.
Por un lado está Camino, la inspectora de 44 años encargada de la brigada para cubrir la baja de su jefe, en coma en acto de servicio, que ha renunciado completamente a la maternidad g. No le gusta el compromiso sentimental y muchísimo menos la responsabilidad que implican los hijos que nunca han entrado en sus planes, porque le harían perder su libertad. Se siente a salvo ya debido a su edad, sin embargo por medio del caso se dará cuenta de que eso no es un obstáculo si realmente lo deseara. Dentro de la policía también está Lupe, una mujer actualmente con poca visibilidad dentro del equipo, pero con mucha voluntad de progresar y de demostrar lo que realmente vale. Casada y con un hijo, es ella la encargada de mantener el hogar porque su marido, que quiere ser escritor, se encuentra en paro y un poco deprimido por lo que ni se encarga de las tareas del hogar, ni del hijo ni de escribir. Ella tenía fe en las capacidades de su marido pero poco a poco la va perdiendo y poniendo más en valor su propio trabajo como policía. En contraposición se encuentra Teresa, una mujer más tradicional, abuela de ocho nietos a la que su familia le importa muchos más que su trabajo.
Los personajes masculinos, si bien forman parte del equipo creo que tienen menos importancia que los femeninos.
Del lado de las víctimas, las tres mujeres asesinadas eran solteras que habían decidido quedarse embarazadas sin la colaboración directa de ningún hombre, a través de las diversas técnicas de reproducción asistida. Por otro lado nos presenta la historia de María Jesús y Soraya con las que introduce cada una de las partes en que está estructurada la novela y cuyo papel sólo conocemos al final.
Y del lado de los asesinos, aunque en un principio recaen todas las sospechas sobre Alonso, el novio de la primera mujer asesinada, la ejecutora es otra mujer también directamente relacionada con la reproducción.
Desde mi punto de vista, la autora quiere hacer más hincapié en mostrar y hacernos pensar en todas las cuestiones relacionadas con la mujer y la maternidad que en la propia trama de los asesinatos o su proceso de investigación: la presión que tiene la mujer trabajadora a la hora de plantearse si es más importante tener hijos o dedicarse a su carrera profesional, si se es una mujer completa aunque no se decida ser madre, si es aceptable socialmente que una mujer soltera o una pareja de lesbianas quieran tener hijos por métodos de inseminación artificial sin recurrir a la participación directa de un hombre y la dureza de los cambios hormonales en los tratamientos de fertilidad. Plantea también otra cuestión moral muy importante sobre la modificación del genoma en embriones para corregir una enfermedad hereditaria, en la que toma partido al final de la novela.
En resumen diré que me ha gustado sin llegar a entusiasmarme en exceso. Diría que es entretenida, mantiene el punto justo de intriga, fácil de leer, dinámica y amena. Un 3’5 sobre 5