Ya ve usted los requisitos. Suenan escalofriantes pero lo peor es que uno se da cuenta que mal que bien empieza a caer en ese segmento. Empezamos a ser fruta más madurita. ¿A quién queremos engañar que los treintas son los nuevos veintes?
Para ser MILF no basta con haber parido. ¡No señor! Hay que haber renacido ya sea gracias al botox, la liposucción, la abdomenplastia, el lifting de lo que usted quiera pero vamos ¡hay que tener un cuerpo de esos de envidia mortal! (ese requisito aún no lo cumplo me faltan unas cuantas horas de quirófano y gimnasio).
Una MILF o una “mother I would like to fuck” no es una mamá entregada. Vamos para no hacer el cuento largo, ninguna de nuestras madres estaría en este cuadro de honor.
Como lo describe Ana Cé en su post en “El País”: El acrónimo MILF llega de Estados Unidos y de la sentencia Mom/mother I’d Like to Fuck (“mamá con la que me gustaría follar”). Son madres irresistibles de 35, 45 o 55, y de ahí en adelante (los límites, si es que los hay, vienen más bien dados por la edad del “hijo”).
En cuanto a la definición de Cougar, la diferencia radica en el sujeto de la acción. La MILF es el objeto del deseo mientras que la Cougar es la que desea un objeto, la que caza. En este caso la que acecha una presa “joven”. La MILF es “deseada” y la Cougar “desea”. La MILF puede estar perfectamente casada mientras que la Cougar normalmente es divorciada o soltera “en busca”.
Ser MILF podría estar calificado de positivo y de “eleva-moral” mientras que llamar a una mujer Cougar puede ser tildado de machista y denigrante.
Para muestra basta un botón: Demi Moore. Esta chica cumple a la perfección con ambos términos. Es madurita, está queticagas de guapa, es exitosa, es madre, sexy y todos quieren darle su besito de las buenas noches. ¡Y si no bastara con todo esto además tuvo como marido a un pequeñajo ni mas ni menos que Ashton Kutcher!
Recuerdo que en mi tierna infancia, había una madre pelirroja – sí, si siempre triunfan más- madre de unos gemelos que era el blanco de todos los suspiros de mis compañeros prepúberes. ¡Pero de ahí a imaginarse SE-XO! ¡Jamás! Eran suspiros de bonitismo, de mira que guapa, de ¡cómo me gustaría que ella fuese mi madre y untara la Nutella en mi bocata!
Atrás quedan apelativos ñoños del estilo de “asalta-cunas”, y si nos vamos con cuidado “Cincuenta sombras de Grey” muestra un lado más oscuro de pantera: la Sra. Robinson- aquella que no sólo caza a muchachines sino que los somete, les da sus buenas nalgadas en el culete y los convierte en hombres sesi y existosos ¡Anda ya!…
Eso si, si optan por este estilo de vida acostúmbrense a que las llamen lagartonas, les pregunten en los restaurantes si su hijo va a pedir lo mismo o ver que en los bares las chicas de veinte años intentan ligarse a su niño pareja.
Queridas mías…¡déjense de tonterías! No basta con acunar títulos de licenciadas, master en Economía, amas de casa, madre o malamadre. Si quiere ser trendy de la muerte fúndase unas cuantas horas en el gimnasio, escuché unos cuántos diálogos absurdos, busque al cabrón de Andrés (denle click aquí si quieren saber quién es) y podrán ser merecedoras de un título nobiliario de este calibre.
¿Qué nos queda a las madres maduritas, sosas, un poco desmadrosas, casadas pero que también somos sexies? El club de las madres Dove: unidas por un mundo donde los muslamen con celulitis muestran una belleza madurita, deseable y real.
P.S. Este post es en honor a la madre madurita mas sexy y simpática de toda la blogósfera. Ella ya tiene un título y bien ganado: La Peineta. Sin ella, sus suelos pélvicos y los intercambios noticiosos este mundo sería menos sesi y más aburrido. ¡Gracias por las risas!