El maestro
Terrence Malickha vuelto después de la colosal El árbol de la vida (2011), y lo hace para seguir analizando filosóficamente los conceptos fundamentales del mundo que nos rodea, en esta ocasión el amor. El “estilo Malick” moldea de nuevo una historia a base de soliloquios, hermosos planos que captan toda la fuerza de un paisaje (exterior e interior al mismo tiempo), y mucha poesía. En definitiva un nuevo producto confeccionado a base de una narrativa única en el mundo del cine y para nada tradicional.Como viene siendo habitual en el último Malick, apenas existe relato en To the wonder. Su maestría consiste en ir esbozando un collage de sentimientos que hablan por sí solos. Para entender lo que tenemos ante nuestros ojos hay que dejarse llevar por el corazón, no por la razón. No busquemos una historia convencional con introducción, nudo y desenlace. Sólo de esta forma atisbaremos y desentrañaremos el concepto (¿o mejor sentimiento?) que Malick quiere mostrar: el amor, su universalidad, sus altibajos, su nacimiento y muerte.