Tocando a rebato

Publicado el 15 noviembre 2011 por Miguelmerino

Voceros, vocingleros, aguachirles, ondaceristas, antenatresistas y neoliberales (no todos son sinónimos, aunque casi), cuentan y no paran. Qué el PP se va a ver en la obligación de cortar por aquí, rebanar por allá, cercenar por acullá y jibarizar por todas partes. Que el año que viene nos vencen tropecientos mil millones de euros de deuda (debe ser el único año que vence deuda pública) y hasta la Soraya le va a tener que poner al nene pañales de los de lavar y volver a usar, pero eso sí, lavándolos a salivazos para no gastar ni agua. 

Por otra parte, el Banco Central Europeo ha levantado el pie en la compra de deuda pública italiana y española y empieza a subir la prima de un tal Riesgo y a bajar el escroto, es decir, la Bolsa de los cojones. Los malpensados, que siempre los hay, dicen que es una forma de decirle a los italianos que nada de bromas con el nuevo gobierno y que lo elijan ya y bien, es decir, entre todos los sibuanas que encuentren. Y a los españolitos indecisos, que el día 20 no se vayan a despistar y se dejen la papeleta azul en casa. Vano intento de influir en unas elecciones que están cantadas y que en el imposible caso de que ganaran los rojos teñidos de añil (Dios no es tan grande ni en el Sinaí), el resultado sería el mismo, pues los primeros con cara de orgasmo y los segundos con cara de asco, seguirán el sibuanismo imperante. No hay que enfadar al diosmercado, todopoderoso de la merca ambulante. 

Y el Rubalcabasí, dice que va a sacarle los cuartos a las grandes fortunas y a los bancos. Si no fuera porque se me desencaja la mandíbula, no paraba de reír. Ni siquiera a él (a él menos que a nadie) se le esconde que las grandes fortunas son grandes porque no hay quien les hinque el diente. Y los bancos, son un negocio abierto al público y los costes repercuten en los precios de sus productos. Y repercute más en los clientes con menor capacidad de negociar. Es decir, el impuesto a la banca lo vamos a pagar tú y yo, si queremos algún servicio bancario. ¡Viva el socialismo! 

Eso sí, al menos está quedando todo el mundo retratado.