Tocando el cielo con las manos en Tartan Roof, la azotea del Círculo

Por Chicandcheapmadrid @chicandcheapmad
De Madrid al cielo solo hay un paso. O 50 metros. Es la altura del emblemático edificio del Círculo de Bellas Artes y la cota que hay que superar (con ascensor, por suerte) para disfrutar de las vistas más impactantes de la ciudad y de la deliciosa y sencilla cocina internacional deJavier Muñoz Calero, al que seguiremos en próximas entregas por algún otro de sus estupendos restaurantes.


Su antiguo Tartan, en el barrio de Salamanca, nos sorprendió a todos cuando echó el cierre hace unos meses. Su continuidad, gran sorpresa, no tardaría en llegar en forma de pop up restaurant (Tartan Roof) en el lugar en el que todo cocinero quisiera instalar su equipo, una azotea 360º desde la que se vislumbran aún mejor los millones de motivos que hacen que Madrid nos enamore cada día un poquito más.Como proyecto efímero y estacional que es, el estudio Cuarto Interior ha querido respetar la integridad del edificio sin invadirlo. El ligero mobiliario, de toques industriales en la zona de comedor, no hace sino potenciar las maravillosas vistas y ofrecer comodidad a todo el que quiera sentarse a disfrutar de ellas.Igualmente sencilla es la carta que se nos ofrece. Un concepto de cocina rápida y de calle de inspiración internacional, gran calidad y cuidada presentación sin excesivo abigarramiento. Un contraste entre sabores del mundo que maridan con otro contraste: El de la visión, desde las alturas, del Madrid más vanguardista y el más castizo. Los entrantes van desde gazpacho y hummus fresco a cocas con verduritas o cucuruchos con diversidad de ingredientes. Deliciosas también las patatitas con piel, huevo de codorniz, escabeche de pato y alcaparras. Entre los platos más fuertes, destacar las especialidades orientales como el dúo de tartares de atún y salmón y el Chukasoba (costillitas tiernas de cerdo con cebollino y ajo), las de nuestra tierra (langostinos en gabardina con ajonjolí) o las del otro lado del Atlántico (hamburguesa con cebolla roja, tomate confitado y panceta). De postre, es perfecto acabar con un riquísimo helado con trocitos de brownie y caramelo en vasito de yogur. El ticket medio no supera los 25-30 euros por persona, algo de agradecer teniendo en cuenta el enclave del restaurante.Tanto si eliges acudir a mediodía o por la noche, no puedes marcharte sin tomarte una copa en una de sus hamacas, a modo de beach clubdesde el que contemplar la ciudad iluminada o uno de los atardeceres más espectaculares que pueden verse.

Visitar Tartan Roof es mucho más que conocer una terraza más. Es toda una experiencia que ningún madrileño de sangre o de voz debiera dejar escapar.