Resulta que venía de una agria polémica, como no, en cuanto a su metodología y a su valoración de un fútbol atractivo para el espectador. Le acusaban un exceso de profesionalismo (?) a la hora de dirigir, encorsetando el talento de sus jugadores en favor del trabajo colectivo. Un entrenador que no disfrutaba del juego y transmitía ese sentimiento a sus jugadores.
'El Doctor' de gesto irónico él a la hora de contestar a esta serie de comentarios, quiso responder 'a su manera' y aprovechó una visita de su equipo al Monumental para jugar ante River montar uno de sus números. Acudió al banquillo con una cubitera y una botella de champagne, para disfrutar del partido que iba a dirigir desde el banco.
En lo que no cayó Bilardo es que, según la legislación argentina, está prohibida la entrada o consumo de bebidas alcohólicas dentro de un estadio, por lo que la policía hizo acto de aparición y no le permitió ejercer su trabajo.En el descanso, 'El Narigón' apareció para dar sus explicaciones a la prensa
La imagen de Bilardo con la copa de champagne y sus posteriores explicaciones, dieron la vuelta al mundo... y parece que esa vez, le salió el tiró por la culata