Dentro del triste panorama que vive River Plate, fuera de competiciones internacionales, sin ningún jugador que tire del equipo, con demasiada agitación en los despachos y con un entrenador cada vez más cuestionado, ha visto como en esta semana la situación, no es que haya cambiado radicalmente, pero sí que ha permitido que la hinchada 'millonaria' dibuje una pequeña sonrisa cuando le pregunten por su equipo en estos días después de mucho tiempo.
Sin querer desmerecer a Leo Estrada, la llegada hace unos días de Ángel Cappa ha cargado de ilusión a una afición que todavía tiene fresco su recuerdo en Huracán, al que hizo abanderado de un fútbol de toque y ofensivo que se echa mucho de menos en el Monumental. Y parece que el que fuera segundo de Menotti en Barcelona y de Valdano en Tenerife y Madrid ha querido corresponder a toda esa expectación desde el primer partido.
Recibía River a Godoy Cruz, uno de los punteros del campeonato y, aunque parezca un poco arriesgado decirlo, parece que se empieza a notar la presencia de Cappa. Obviamente, no ha cambiado el juego del equipo de manera radical, pero sí que se han notado algunas señas de identidad del de Bahía Blanca; algo que necesitaba el equipo de la banda sangre: frescura, ideas nuevas y mucha ilusión.
Pero dentro de este soplo de aire fresco, la noticia del partido fue, más allá de la victoria después de muchas semanas, la vuelta a los terrenos de juego de Diego Buonanotte, con toda seguridad el talento joven con más proyección del equipo que volvía al equipo muchas meses después tras sufrir el pasado 26 de diciembre un grave accidente de tráfico.
Muchas dudas y muchos comentarios había suscitado durante su recuperación porque, a parte de las posibles secuelas físicas, el duro golpe psicológico de que fuera él quien conducía el coche y que los cuatro amigos que le acompañaran perdieran la vida era algo que para un chico tan joven (cumple los veintidós el próximo lunes) hacían que se temiera por cómo podría afectarle.
Sin embargo, en los poco más de treinta minutos que disputó, se vio a un 'Enano' participativo y con muchas ganas de espantar sus fantasmas haciendo lo que mejor sabe, jugar al fútbol, y que fue otro motivo más de alegría, ya no sólo para él, sino para todos los seguidores de River, que han juntado en pocos días bastantes motivos para creer en que se puede salir de su actual crisis.