Pernicioso en el sentido que puede parar para la instauración de nuevas medidas y tecnologías que son necesarias en ciertas circunstancias.
La extinción de los anfibios en el siglo XXI , donde se plantea que la desaparición de los anfibios, sensibles biosensores de la naturaleza, nos debería preocupar sobre la calidad de las aguas de nuestro ambiente, como en su momento nos preocupó dejar de escuchar insectos y pájaros en la naturaleza.Las tecnologías de edición genética actuales nos van a permitir luchar contra enfermedades, controlar plagas, regular nuestras hormonas y alimentar al mundo sin la necesidad de contaminarlo con productos contaminantes. Pero llegado el momento crucial de su aplicación deberemos elegir si la precaución es prioritaria o si el exceso de precaución no nos deja ver el bosque.
Las cosas se hacen hoy en día mejor que hace unos años (y espero sinceramente que mucho peor que dentro de unas décadas). Con cada autora que levanta un huracán, con cada pandemia, cada accidente y cada investigación aprendemos y mejoramos la forma de hacer las cosas. Los apenas 56 años que vivió Rachel merecieron la pena y aportaron mucho a este mundo. Debemos pensar qué hacer con ese tiempo que hemos ganado.
La llamada de atención sobre el DDT nos hizo darnos cuenta de que el desierto estaba ahí. Las consecuencias de su uso aún se sufren hoy en día. Y el movimiento ecologista saca el ejemplo una y otra vez con los disruptores endocrinos, con los transgénicos, con las intervenciones ecológicas. Alegan, no sin razón, que no conocemos los efectos a largo plazo del uso de ciertas tecnologías. Pero ¿Qué es largo plazo?.
No conocemos los efectos de las plantas transgénicas a más de 38 años, y es que la primera planta de tabaco transgénica data de 1983. Pero si sabemos las consecuencias de comer ADN. Lo llevamos haciendo desde que la vida es vida (millón de año arriba o abajo).
Por tanto, ¿Debemos esperar por precaución 50 años, 70 años? en 100 años todos calvos y ya podremos decir que comer transgénicos era seguro ¿O dirán que somos calvos por consecuencia de ellos?. La vacuna de Jenner existe desde 1976 y aún hay quien esgrime que no llevamos suficiente tiempo vacunando como para considerar las vacunas seguras. Pero la realidad es que hay gente que murió de vieja y con vacunas. Y otra mucha que vivió gracias a ellas.
Pero volvamos a la naturaleza. Hay ciertos efectos colaterales del DDT que pocas veces se mencionan pero que son igualmente ciertos. Las fumigaciones masivas con DDT no se hicieron por capricho. Acabaron con los mosquitos vectores de malaria (entre otras enfermedades) en muchas zonas del mundo (España entre ellas). Aunque hoy en día nuevos insecticidas más respetuosos con la naturaleza como los neonicotinoides son una buena alternativa, ya se han visto resistencias a su uso en pocas generaciones.
Sin duda el principio de precaución ha mejorado las investigaciones que se realizan sobre seguridad alimentaria, seguridad ambiental, uso de insecticidas, normativas, etc. Ahora debemos demostrar la seguridad de algo antes de sacarlo al mercado. Pero el mismo principio de precaución hace que algunas ONG impidan el cultivo libre de arroz dorado en países donde podría evitar la ceguera de miles de niños.
En este sentido quizá deberíamos de prestar atención a algunos libros que no han gozado de tanta difusión como el de la catedrática de Parasitología Carmen Mascaró,