Precio: 15,95€
Sobre el autor: Laura Gallego ImpresionesComo muchos no me conocéis, he de reconocer que soy una lectora empedernida de fantasía y, como tal, ya había tenido la oportunidad y suerte de leer otros títulos de esta autora que, en su día, me maravillaron. Por eso, cuando vi que Laura Gallego había sacado nuevo libro, no me lo pensé y lo anoté en mi lista de lecturas pendientes, a pesar de que el argumento no me llamó mucho la atención porque me parecía un tanto flojo, para que os voy a mentir. Una vez leído puedo decir que el argumento no me ha terminado de convencer (ya os contaré más adelante por qué) y que lo que más me ha sorprendido y gustado de la obra ha sido el hecho de que la autora haya reescrito algunos de los cuentos con los que todos hemos crecido.
A ver, el argumento en sí no está mal y la autora, como siempre, demuestra tener una capacidad narrativa sobresaliente que consigue mantener la atención del lector en todo momento. Sin embargo, creo que la historia podría haber sido más atractiva y fácil de leer si hubiera prescindido de ciertos datos que, sinceramente, no aportan nada a la historia en sí, aunque sí que aportan al mundo en el que se ubica la historia... menudo lío, ¿eh? Pues así me quedé yo según iba llegando al final y me empezaba a dar cuenta de que la mitad del libro no servía para explicar nada sobre la acción central (Camelia y Simón), sino que eran datos que te ayudaban a entender los conflictos que se van a desarrollar en el mundo y que, insisto a riesgo de parecer pesada, no tienen implicaciones en la historia central. Así que, desde mi punto de vista, la historia podría resultar más interesante sin toda esa "paja" que, además, podría haberse usado para escribir un par de relatos aceptables ambientados en ese mundo imaginario. Por otro lado, la distribución de la narración en capítulos de distintas extensiones (unos largos, otros cortos, otros muy cortos) me ha gustado bastante porque ayuda a que la lectura sea más ágil y, a pesar de lo anteriormente dicho, consiguen crear esa aura de misterio que el argumento no conseguiría por sí mismo.
En cuanto a los personajes... ¿Qué puedo decir sin desvelar demasiado? Bueno, son personajes tipo dentro de los cuentos de hadas: el hada madrina, los príncipes consentidos, la princesa perseguida y encerrada en una torre, la chica maltratada por su familia... Todos y cada uno de ellos pertenecen a una tipología y se ciñen ella a la perfección, sin salirse en ningún momento del molde y esto hace que uno no consiga conectar del todo con ninguno de ellos. Fijaos cómo será la cosa que cuando terminé de leerlo en ningún momento me preocupé más por el destino de ninguno de los personajes ni sentí deseos de saber cómo les iría. Nada. Y eso, queridos amigos, para mí (que he de reconocer que me obsesiono bastante cuando un personaje me gusta) ha sido la peor parte de todo. Quizás el único personaje que se encuentra mejor definido sea la protagonista por excelencia de la historia: Camelia; sin embargo, a pesar de que este personaje sí que sufre una evolución y se desmarca de los tópicos propios de las hadas madrinas, tampoco consigue que el lector se encariñe de ella porque, para que mentir, la mujer es un poco sosa de principio a fin y todas sus acciones se basan en la necesidad de ser útil a los demás. A mí el personaje que más me ha gustado ha sido Ren y quizás sea porque no pertenece a los personajes típicos de los cuentos... bueno, pertenece, pero se distingue de ellos en que es el único personaje que sí parece haber adquirido una cierta autonomía en la narración. De hecho, es el único personaje que ha llegado a sorprenderme con sus acciones, desde el principio hasta el final.
Otra cosa que me ha llamado la atención con respecto a los personajes y concretamente con respecto a los ahijados de Camelia (la protagonista) es la facilidad para enamorarse... ¡Madre mía! Yo entiendo que los cuentos de hadas son muy dados a estas cosas, pero... con el trabajo de reelaboración que se ha marcado la autora, ¿de verdad era necesario todo ese amor instantáneo?
Ya os he hablado del argumento y de los personajes, pero hay otro detalle del que os quiero hablar: el simbolismo. Desde que Laura publicó La emperatriz de los etéreos me he dado cuenta de que sus personajes suelen ocultar alguna enseñanza vital, un simbolismo que solamente ves si sabes leer entre líneas, y en esta obra yo he encontrado varios. El más importante o llamativo de todos es el que nos proporciona la protagonista: un hada que antepone su bienestar para hacer felices a los demás. ¿Qué intenta transmitirnos? Pues según mi humilde opinión lo que la autora quiere mostrarnos es que hay que mantener un equilibrio en nuestras vidas y no podemos sacrificar nuestra vida para que otros sean felices porque, a la larga, eso nos perjudicará a nosotros mismos.
Para terminar, podemos decir que la historia está escrita a la perfección y que el trabajo de la autora a la hora de documentarse y reelaborar los cuentos ha sido más que excelente. Sin embargo, la historia resulta un tanto caótica al incluir excursos no necesarios para la trama principal.
Si quieres hacerte con un ejemplar, puedes hacerlo desde el siguiente enlace: Todas Las Hadas Del Reino (NARRATIVA JUVENIL)