1999. Eras un chibolo, sintonizabas Cueros a la medianoche y durante el día la música llegaba a tus ojos y oídos a través de Uranio 15. Hasta hacía poco te gustaba Salserín, incluso tenías la camisita, pero te volviste fan de ese cuarteto de peruanos que no parecían peruanos, Libido, y luego chao Servando, chao Florentino, y hola Nirvana, Radiohead, Oasis y todo bien hasta que tu viejita cambiaba TV Rock por La Movida de los Sábados de Janet Barboza.
2018. Un jueves cualquiera. Estás tela, no tienes planes para el fin de semana. Ingresas al fanpage de Libido y te enteras que el sábado 15 de diciembre Salim y cía. tocarán con Armonía 10. No puede ser, te dices. ¿Cumbia y rock en el Lawn Tennis? Confirmas el hecho al leer el nombre del evento: Alternativo Music Festival (AMF). Además: Raúl Romero, Miki González, La Nueva Invasión, 6 Voltios, Bareto y Los Mirlos. No.
Recuerdas a tu mamita preparando un estofado, la misma música de las combis en tu cocina, incluso a mayor volumen. Aquel ritmo tropical y desconcertante de Armonía 10. Sin saber exactamente por qué, la ronquera del vocalista –un tal Makuko– la asociabas a los Cómicos ambulantes, y sus letras te parecían una constante instigación al alcoholismo –Cervecero– y en ocasiones al suicidio –Veneno para olvidar–.
Te alucinas en el concierto rodeado de gente que baila con los dedos en punta personas agrupadas en círculos con cajas de cerveza en medio mientras en el escenario los músicos trajeados con elegancia, ternos grises, camisas rojas, dan un pasito hacia delante, pasito para atrás; en las pantallas el director de cámaras intercala los planos del timbalero rascando su platillo, del tecladista con una sonrisa siempre a la orden del lente y del bajista tocando con absoluta concentración…
¿Por qué no?
Quincena de diciembre. El AMF será el último gran festival del 2018. Una opción impostergable para reventar la grati con ese buen amigo que no es rockero pero que le entra a la chicha fusión o con esa personita que te gusta pero que nunca quiere acompañarte a los conciertos porque prefiere el baile en vez del pogo.
Algo debe haber cambiado en Lima para que Armonía 10 aparezca en un mismo cartel con ¡Chabelos! –Dios mío– y con los Outsaiders y Mar de Copas; reflexionas: en los ochenta hubiera sido imposible juntar a Narcosis con Pintura Roja o a María T-ta con Chapulín El Dulce. Aunque, pensándolo bien, es lo más lógico –o sea, ¿por qué las divisiones?– y por ratos hasta sospechas de los organizadores de este tipo de eventos, ¿espiarán tus preferencias?, ya que en los últimos años, influenciado por tu viejita, tú, rockerito de Vichama, les has dado más oportunidades a los cumbiamberos y tus estadísticas en Spotify lo confirman: a la fecha has reproducido 34 veces Herido Corazón de Armonía 10 y 89 veces Cariñito de Bareto. Nunca, pero nuuunca…
Así que no pierdes más tiempo, destapas una chela de trigo y creas una nueva lista de reproducción con los artistas del AMF titulada Qué Rico Es Mi Perú. Pinta bonito lo del sábado, calor veraniego y una lista melódicamente inclusiva: todas las sangres en un mismo lugar y a un solo precio. Para disfrutar en familia y descubrir qué chicha significa ser peruano.
¿Te apuntas, causa?
PD: Cumbia sí, reggaetón no.
+INFO
Alternativo Music Festival (AMF)