Este viernes 4 de agosto se estrena en cines “Todas somos Jane”, la nueva película de Phyllis Nagy, guionista de la aclamada “Carol” (Todd Haynes, 2015), que sigue su visión feminista de la mano de las mujeres como protagonistas.
Me encantan los momentos de comedia que relajan la atmósfera. Alguna que otra secuencia me ha llevado por un viaje cinematográfico hasta películas como “Tomates verdes fritos” (Jon Avnet, 1991). Es un tipo de humor sutil, inteligente, que juega incluso con la música en favor del mensaje, como en la escena en la que la mujer se observa los genitales con un espejo en el baño al ritmo de “What’s goin’ on down there”, de Malvina Reynolds.Uno de los errores de la película, por otra parte (además del desacierto de la traducción del título “Call Jane” al español, que suena más a meme que a película), es la rápida transformación de su protagonista. Al final, que una mujer alineada tome consciencia activista no es cosa de un día. A Joy, sin embargo, no le lleva demasiado trabajo o lucha interna, aunque hay que decir a su favor que sí le cuesta deshacerse de algunos prejuicios e ideas preconcebidas hasta bien entrado el metraje.
Otra elección que no me convence del todo es el papel de la mujer negra en toda la lucha activista. Aunque se menciona en un momento e incluso el tema provoca una discusión que nos deja claro el menor compromiso hacia la gente negra por parte de una líder blanca, creo que no hay suficiente representación. Estamos hablando de Chicago y estamos hablando de un problema social que, como todos, siempre afecta más a la gente racializada. Quizás me gustaría conocer más historias de estas mujeres negras, más miembros del grupo racializados, más representación, al fin y al cabo, aunque sigamos a la mujer blanca protagonista que pasa de ser un problema a una solución.Qué buena es, eso sí, la elección de canciones que forman parte de la banda sonora. Música de la época adorna y complementa la acción que vemos en pantalla y nos transporta a esa diégesis tan bien ambientada a nivel formal y conceptual. Es verdad que en una película feminista yo siempre echo en falta escuchar algún tema del Riot Grrrl, que, aunque es posterior al tiempo narrativo de la película puede traernos un poco más al presente hacia el final del film, pero el jazz y las voces de Gloria Parker, Nancy Sinatra o Lizz McCall funcionan a la perfección en todo el metraje. El trabajo de Isabella Summers como compositora es sublime. Utiliza ese tipo de canciones que te apetece volver a escuchar al salir de la sala. El apartado musical, además de los decorados, el vestuario, el contexto sociopolítico, la cinematografía… nos lleva a esos años 60 americanos, que se podrían recordar de manera romántica si pasamos por alto la seriedad del tema.
Tiene un mensaje potente en conjunto, pero casi más relevante si lo separamos, si lo diseccionamos en diferentes ideas que salpican el texto, como la reunión de hombres en el hospital, el contraste entre la atención en consulta del doctor Dean y la de Joy, la angustia de esa sala de espera en la que el único relajado es el hombre que gestiona el local, la idea inconcebible para la protagonista de que algo tan importante para las mujeres tenga que depender de un hombre, la manera en la que pasa el paraguas por una serie de retratos aburridos e idénticos de académicos vestidos de negro, el daño del capitalismo para el movimiento social, los “micro”machismos a los que se ve sometida Joy por parte de un marido en apariencia empático y comprensivo… Hay mucho que destacar en el texto de “Todas somos Jane”.
La secuencia de la sala de espera, de hecho, es de lo que más se queda grabado después de la película. Me hubiera gustado, eso sí, que durase más, que se alargase esa angustia, esos nervios con los que todo el mundo puede empatizar, en un terreno hostil y lleno de dudas. La cámara gira y nos lo enseña todo, no solo a Joy, a través de una lente curva. Nos mareamos con la suciedad del ambiente, con el fuera de campo que no podemos evitar imaginar y que es peor y peor a cada segundo, con la reacción de esas mujeres que esperan a ser atendidas después de que el sistema legal les negase su ayuda, con la calma de un hombre que no empatiza porque no le importa...Hablando del nivel visual, la dirección de fotografía, a cargo de Greta Zozula, destaca gracias a una serie de composiciones interesantes en lo narrativo y estético, y la elección de tonalidades cálidas que generan una sensación agradable al experimentar la película. Me interesa especialmente cuando recorre los espacios del set con la cámara, esté siguiendo a un personaje o no. En cuanto al montaje, eso sí, me quedan algunas dudas sobre las decisiones detrás de algunos cortes abruptos o la inclusión de momentos algo innecesarios, como la visita de un policía que aparece tan rápido como se va o la relación extraña del marido con el personaje de Kate Mara.
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- ##check## Lo bueno
- Ambientación de época.
Discurso feminista protagonizado por mujeres.
Buen trabajo del reparto. - ##times## Lo malo
- Algunas secuencias innecesarias e incluso confusas.
Es menos reivindicativa de lo que podría ser.
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- Ambientación 9.0
- Todos los departamentos juegan en favor de la ambientación de la película. Destacan, sobre todo, fotografía y música.
- Desarrollo de Personajes 6.0
- Como he mencionado antes, el arco de Joy empieza tan pronto que parece un poco apurado. De todos modos, es un placer verla entrar en razón poco a poco en cuanto a diversos prejuicios. Los personajes secundarios, eso sí, no interesan tanto (especialmente el marido abogado, diría que me interesa incluso más el doctor Dean).
- Argumento / Guion 8.0
- El tema es necesario y potente. La manera de desarrollarlo, quizás no tanto. Pero tampoco me parece que eso desmerezca el argumento. Es una película fácil de ver y seguir y que cuenta lo que tiene que contar (a excepción, ya lo he dicho, del problema racial en el que prefiere no meterse demasiado). Además, cuenta con toques de humor justos e inteligentes y una relación muy bonita entre los personajes femeninos.
- Banda Sonora 9.0
- El departamento sonoro es de lo más destacable de la película. Los 60 están llenos de buena música y “Todas somos Jane” sabe utilizarla. De esas que añades luego a la biblioteca de música personal, si no las tienes ya.
- Entretenimiento 8.0
- Si solo se centrara en el drama podría ser algo más pesada, pero los toques de humor y las pinceladas de tensión propias de la mafia y espionaje hacen que sea una película amena y fácil de seguir para todos. No necesita ninguna trama amorosa para avanzar de manera ágil y eso es algo de admirar, especialmente ante un argumento como este.
- Montaje / Innovación técnica 5.5
- El montaje no destaca y creo, como he mencionado, que podría haberse pulido un poco más en cuanto a algunas decisiones. El grano de la imagen sí me resulta interesante y ayuda a ambientar. La manera en la que se usa la cámara también.
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- Puntuación Total 7.5 / 10