Y no es porque lo haya hecho yo, pero realmente fue una preparación rapidísima, con cosas que habían quedado de las tartitas, y quedó riquísima.
Fanática de los alcauciles yo? Sí! Y mientras tipeo esto me acuerdo lo rico que estaba y quiero salir corriendo a comprar más para poder volver a prepararlo!
Y para finalizar, nada más rico que unas frutillas, simplemente con un poco de azúcar. Un manjar.
Risotto de alcaucil (Una porción)
Preparar un risotto con una taza de arroz carnarolli, salteado en un poco de aceite de oliva; y en lugar de agregarle caldo, le agregue a medida que así lo requería, el agua de cocción de los alcauciles.
Luego piqué el corazón, el tallo y los pedacitos blandos de las hojas.
Una vez cocido el arroz, agregué los trozos de alcaucil. Por último, una cucharada de queso rallado grueso y 100 ml de crema para montar el risotto. Y listo el pollo! Riquísimo!