1. El look.
Aunque empiece por explicaros el maquillaje, la excusa para este look me la dio el jersey de chenilla que enseguida veremos. Rescaté mi paleta Cool Suede de Primark para hacerlo, porque tiene gran variedad de tonos en esta gama (aunque también en tonos fríos). Si queréis saber más de ella, tenéis una amplia reseña en este post.
Para comenzar a construir el degradado que veis en las fotos, empecé por marcar mi cuenca con el tono Flirt, que es un tono entre naranja y café con acabado mate. A continuación, marqué la uve externa con la sombra Shimmer Sweet, mucho más rojiza. Y la zona del lagrimal y el inicio del párpado móvil la trabajé con una sombra luminosa de acabado brillante y color mandarina, llamada Sassy.
En el arco ciliar usé la sombra Swish, de un tono piel muy natural. Delineé con generosidad y puse en práctica un truco que hago cuando quiero dar un aire más juvenil a mis looks: dejé desnudo el párpado inferior. Rematé mi maquillaje de ojos aplicando máscara y rellenando y fijando mis cejas.
En el rostro llevo mi base de Esteé Lauder Double Wear Light y, para iluminar, los tonos más dorados de mi "Dragon's heart" de I ♥ Makeup. El colorete es el Peach de Pink Duck y los labios van perfilados con el Pumpkin de Nyx y rellenos con el Glazed Lip Paint de LA Colors en el tono Hot Mess.
Os dejo abajo un bodegón de algunos de los productos usados y la fragancia que estoy usando estos días, que curiosamente, es también naranja: la de azahar de las Simply Flowers de Mercadona.
2. La propuesta de moda.
El jersey de chenilla tan calentito que me inspiró todo este look es de Lefties. Y, aunque para diario con unos vaqueros va muy bien, me gustó el aire diferente que le daba mi falda de falso cuero de Kiabi. Lo combiné todo con unos zapatos de Zendra.
Y abajo tenéis a la "estrella invitada" Betty que quería salir y no paraba de meterse en las fotos, así que la cogí en brazos para la ocasión. 💓