Habitaciones cerradas fue la primera novela que leí de Care Santos y ya en ese momento supe que la autora sería para mí un valor seguro a la hora de elegir mis lecturas. Diamante azul y Media vida no hicieron más que confirmar esa impresión así que no es de extrañar que su última novela estuviera entre mis manos nada más publicarse para que pudiera disfrutarla. Hoy os hablo de Todo el bien y todo el mal.
Mi opinión
Reina es una reconocida y prestigiosa profesional en su sector. Cuando se encuentra en Bucarest, en un importante viaje de trabajo, recibe una llamada de su exmarido que pone su vida del revés: su hijo adolescente ha intentado suicidarse. Rápidamente hace las maletas para volver a Barcelona, pero el mal tiempo la deja atrapada en el aeropuerto de Bucarest, con el teléfono móvil como único nexo de unión con todo aquello que requiere ahora su máxima atención. Una intensa tormenta azota Europa, pero más intensa es la tormenta interior que ha colapsado la vida de Reina y que amenaza con destruir todo aquello que con tanto empeño ha construido.Todo el bien y todo el mal transcurre en un espacio temporal de menos de 24 horas. Horas en las que el aire íntimo y reflexivo de la novela adoptan ritmo de thriller con las continuas llamadas de Reina a España y las numerosas conversaciones que mantiene, y con la aparición de algunos personajes cuyo verdadero rostro no conoceremos hasta el desenlace. Estructurada en tres partes que se completan con un prólogo y un epílogo, la autora logra el adecuado equilibrio entre narración y diálogos y maneja con maestría la tensión narrativa que no para de crecer conforme avanzamos en la lectura. El corto espacio de tiempo en el que se desarrolla la novela no impide que Care Santos aborde con acierto numerosos temas fundamentales como lo son la maternidad, siempre imperfecta; la vulnerabilidad, la fragilidad y la soledad de la adolescencia; la culpa, la mentira, las siempre complicadas relaciones familiares…
Reina es un personaje complejo que intenta equilibrar su vida personal con su exitosa vida profesional, creyendo que lo tiene todo bajo control cuando es justamente lo contrario. Reina ha creado un mundo a su medida, un mundo en el que el peso del pasado es fundamental y ella ha preferido dejarlo de lado, obviarlo, como si así, permaneciendo oculto, pudiera silenciarse para siempre. La autora aborda a través de la protagonista lo que significa hoy en día ser mujer, madre y profesional, intentando equilibrarlo todo sin renunciar a nada hasta que un hecho tan grave como el retratado hace que todo quede atrás y el único objetivo sea hacer lo que sea, todo el bien y todo el mal, por un hijo. La vorágine de emociones que Reina siente traspasa el papel y leyendo Todo el bien y todo el mal trasladarme hasta un aeropuerto cerrado ha sido coser y cantar. Ya no era Reina, móvil en mano, quien intentaba encontrar respuesta a todas sus preguntas, era yo quien se angustiaba cuando una llamada no era contestada, cuando un mensaje no obtenía la respuesta esperada, cuando nadie podía decirme por qué estaba sucediendo todo esto, la que miraba horrorizaba cómo el nivel de la batería de mi móvil amenazaba con dejarme incomunicada, a solas con mi miedo y mis demonios.
Y todo esto lo consigue Care Santos con una prosa fluida en la que sorprende el profundo tono reflexivo en una narración tan sencilla y natural, metiéndonos de lleno en el ambiente claustrofóbico de ese aeropuerto y dejando patente la fragilidad de cualquier madre cuando la vida, física y emocional, de su hijo ha sufrido un revés. A pesar del ritmo de thriller la novela va ganando en intimismo conforme avanza y ahonda en las emociones y sentimientos de unos personajes complejos, con un minucioso perfil psicológico que permite al lector reconocerlos como veraces y cercanos. La fortaleza y la seguridad se tornan angustia y miedo cuando se teme perder lo que más se quiere y cuando, además, no se tiene referencia alguna de qué ha podido pasar para llegar al punto en el que la protagonista se encuentra. La búsqueda de porqués y la necesidad de encontrar el cómo ayudar, pero, sobre todo, la búsqueda de la verdad con todos los peligros que esta búsqueda conlleva, especialmente cuando nos adentramos en el complejo mundo de la adolescencia, son las bases sobre las que Care Santos articula esta novela que es la primera de una bilogía cuya segunda entrega verá la luz el próximo año.
En definitiva, Todo el bien y todo el mal es una novela que encierra una profunda reflexión sobre la maternidad y la adolescencia y sobre todo lo que estos temas conllevan: culpa, vulnerabilidad, inseguridad, amor… Sin duda la novela más actual de Care Santos, con temas que a todos nos tocan de una u otra forma y una lectura que no dudo en recomendaros.