La evolución vertiginosa que sufrimos en cuanto a nuestra forma de comunicarnos y consumir información, algo impensable hace 3 décadas.
Es imposible transitar en los muchos temas del conocimiento libre sin toparnos con esta situación que se ha extendido sutilmente entre la humanidad y de la cual somos todos partícipes para bien o para mal: la transmedialización de los contenidos; la transformación de los medios en función de la comodidad de la audiencia y la difusión más eficiente de la información.
Imagen 1: Estadísticas de uso de medios y plataformas digitales en el 2018 según el estudio de Hootsuite y We Are Social. (Las cifras están citadas en sistema métrico norteamericano)
Los Nuevos Medios: De Herramienta cotidiana a Estilo de vida
Pero cuando llegamos a la generación Z nos damos cuenta de que los niños y adolescentes de esta época ya no saben lo que significa escuchar radio y poco uso hacen de la televisión. Para los chicos de ahora, la radio ha evolucionado en Spotify y la televisión hizo metamorfosis hacia Netflix.
Mientras que nosotros teníamos que esperar ansiosos a que fuese la hora de la telenovela, y nos embriagábamos en alegría cuando lográbamos sintonizar a tiempo la canción de moda en la radio, los medios ahora son completamente transportables, de transmisión permanente, y dirigidos hacia el consumo personalizado: puedes escuchar tu música favorita y ver las series de tu preferencia desde donde quieras y en los horarios que quieras. Nada de esperar, y nada de hacer zapping: una vasta bandeja de contenido simplemente desplegada ante la decisión del usuario.
Queremos saberlo todo y compartir todo lo que sabemos y opinamos, y en eso nos la pasamos durante todo el día. Leyendo, viendo videos y compartiendo memes: multiplicando información. Gracias al boom del internet y las tecnologías, los medios han dejado de ser una herramienta cotidiana para transformarse en un Estilo de Vida en sí. Vivimos comunicándonos; se ha vuelto una actividad tan cotidiana como respirar.
La evolución de las plataformas para la comunicación
Todo en, ¿qué? ¿35 años? Realmente impresionante. Ningún alma de 1983 se hubiera imaginado que en 35 años se daría dicho salto en la tecnología. Historias como esas eran parte de las películas de ficción más taquilleras. Estricta fantasía.
Y aun así, acá estamos. Reproduciendo videos y escribiendo correspondencia con el mismo aparato destinado a realizar llamadas.
Y digo esto sin ninguna intención de sonar apocalíptico; al contrario, la revolución de la tecnología móvil ha facilitado la optimización de los sistemas de comunicación para acercarnos lo más posible a lo que sería una comunicación humana globalizada, libre e incesante.
Así como las plataformas han evolucionado para poder ofrecer más medios, esos medios también se han transformado para equiparar el ritmo del ir y venir de la información.
Las líneas de teléfono, señales de telégrafo y servicios de correspondencia se han combinado en las populares redes sociales, a través de las cuales entablas comunicación constante con cualquier persona de cualquier rincón del mundo, de manera auditiva, escrita y visual. De hecho, este medio es actualmente el medio de comunicación más utilizado diariamente a nivel mundial, considerando que al menos de las 4.021 millones de personas que tienen acceso a internet, 3.196 millones de ellas son usuarios activos de las redes sociales (según el último informe WeAreSocial que ponía más arriba) que le dedican al menos 1 hora diaria, mientras que en esta época sólo quedan 2.400 millones de usuarios regulares de radio y 1.400 millones de espectadores devotos de televisión clásica.
Después de todo esto, queda claro que vivimos bajo la influencia de los nuevos medios y las nuevas tecnologías, pero si eso significa un intercambio de conocimiento más acelerado y un debate más libre sobre los temas sociales importantes, no tiene por qué representar una situación negativa, sino más bien un proceso evolutivo justo y necesario.