María de León Guerrero
LUNES 1 de septiembre
Del 1 al 6 de septiembre de 2025 ha tenido lugar en el Centro Internacional Teresiano Sanjuanista -Universidad de la Mística de Ávila el III Congreso Internacional Santa Teresa de Lisieux, este año bajo el lema “¡Todo es gracia!”.
Unas 400 personas hemos participado en este congreso desde el CITeS y también de forma online, de 18 nacionalidades diferentes, unas 30 comunidades de Carmelitas Descalzas han seguido cada día las sesiones desde sus conventos.
Comenzó el congreso el pasado lunes, 1 de septiembre, con el acto inaugural con el saludo del director del CITeS, Yurek (Jerzy) Nawojowsky; del director del congreso, Emilio Martínez; y del provincial de la Provincia Ibérica de Santa Teresa de Jesús, Francisco Sánchez Oreja, que nos invitó a que este congreso generara un “espacio de reflexión, comunión y esperanza en medio de los desafíos de nuestro tiempo”. “Nada se pierde -nos dijo- cuando se ofrece con amor”.
Este año, la lección inaugural corrió a cargo de Emmanuel Schwab, rector del santuario de Lisieux, que habló de la importancia del epistolario de Teresa de Lisieux, destacando 4 aspectos: la necesidad de expresarse; el imperativo interior; un aspecto condensado (no tiene tiempo); y que las cartas nos permiten percibir las constantes (como la confianza) y las evoluciones (como la santidad).
MARTES 2 septiembre
El director de los tres congresos internacionales sobre santa Teresa de Lisieux, Emilio Martínez, introdujo la jornada del martes, dedicada al epistolario: cartas en su mayoría, pero también billetes o estampas. Textos menos elaborados, pero que ofrecen “una visión sinfónica de la obra que Dios realizó en Teresa poco a poco”. Nos aportan una información importante y valiosa sobre su vida y refuerzan su doctrina.
Amando Cantó analizó las 17 cartas que se conservan entre Teresa y su hermana Leonia, en proceso de beatificación, “una joya para el acompañamiento espiritual”. Leonia percibe la santidad de su hermana y comienza a seguir su “caminito”. Teresa, que sabe que la santidad es para todos, le muestra a su hermana cuatro aptitudes: el concepto de Dios; la santidad como una cuestión de confianza; el valor de las pequeñas cosas; y a aceptar su pequeñez.
Antonella Piccirilli se adentró en la correspondencia entre Teresa de Lisieux y el seminarista Mauricio Bellière, que se desarrolla en los últimos meses de la vida de la santa. Teresa insiste en sus cartas en la vocación al amor y en la confianza, e interpreta su maternidad espiritual impulsándola en la caridad fraterna y en el celo por la salvación de las almas. Teresa es madre y hermana que atrae al seminarista a una fe madura.
Secundino Castro profundizó en la correspondencia entre Teresa de Lisieux y su hermana Celina, 70 cartas en las que “late una mística que no se impone, sino que se derrama”, “un Dios nuevo que Teresa conoce en los evangelios y en su corazón”. Castro afirmó que en este “epistolario destaca el equilibro entre ternura humana y lucidez teológica”. Las cartas constituyen un espacio único en el que Celina recibe “el alma viva de su hermana en pleno proceso de transformación”.
¿Muestra Teresa de Lisieux su noche de la fe en su epistolario? Anthony Joseph Pinelli explicó que en las cartas escritas en sus 18 últimos meses de vida lo muestra de una forma explícita en cinco ocasiones y de forma implícita hay tres temas que atraviesan este epistolario: la posibilidad de la muerte, el deseo de apostolado y el deseo de hacer el bien en la tierra después de su muerte (trabajando por la Iglesia, y para amar y hacer amar a Jesús).
MIÉRCOLES 3 de septiembre
Teresa utilizó también la correspondencia para establecer un espacio paralelo de comunicación dentro del Carmelo de Lisieux con una de sus novicias, María de la Trinidad. Yurek (Jerzy) Nawojowsky subrayó, al iniciar la jornada del miércoles 3 de septiembre, que estas 9 cartas y billetes nacen para superar la distancia interior, para generar unidad espiritual, desde la pedagogía de la confianza, en un camino de confianza y amor, y con una clara orientación cristocéntrica y escatológica.
Coincidiendo con el Jubileo ordinario de la Iglesia que estamos celebrando, dedicado a la esperanza, Dominique Rakotobe nos presentó a Teresa como testimonio vivo de esperanza. Esperaba ser carmelita, santa y llegar al cielo; fundamentó su esperanza en su relación con Dios, desde la conciencia de su pequeñez; su esperanza la conduce a trascender su sufrimiento y a vivir el cielo en la tierra y desear pasar su tiempo en el cielo haciendo el bien en la tierra.
Teresa de Lisieux ha recibido una nueva comprensión del misterio de Dios. Comprende a Dios misericordioso experimentado en la propia vida. Por eso tiene “un profundo deseo de revelar un nuevo rostro del Padre o de recuperar el rostro que nos mostró Jesús, de volver a las fuentes”, destacó Danilo Ayala, por eso “es imposible separar en Dios justicia de misericordia”. La misericordia de Dios es infinita y eterna, y la justicia “aparece siempre impregnada de amor”.
Cerramos la jornada del miércoles con una velada poética a cargo de los poetas que colaboran con “Casa de la Poesía Juan de la Cruz” del CITeS, ellos pusieron voz a los poemas de Teresa de Lisieux.
JUEVES 4 de septiembre
Vamos a por la jornada del jueves 4 de septiembre.
Teresa de Lisieux escribe la carta “Leyenda de un pequeño corderito” a la madre María de Gonzaga, con la que tenía una estrecha relación, como “un soplo de aire fresco y restaurador”. Emilio Martínez explicó que esta composición de la santa fue para consolar a la priora, sacándola del terreno humano en el que se había sentido dañada, para ayudarle a aceptar su fragilidad.
“Vivir de amor” fue el primer poema analizado en este III Congreso Internacional Santa Teresa de Lisieux, a cargo de Charbel El Nadaf. Este texto, escrito de forma espontánea antes de la prueba espiritual extrema que marcará su vida, es más que un poema, es “un canto y una alabanza en versos”. Teresa “no se contenta con hablar del amor”, sino que lo canta, “lo habita y se abandona en él”, porque vivir de amor ha marcado en ella un itinerario espiritual profundo.
A petición de su hermana Celina, Teresa compone en octubre de 1895 “Acuérdate, ¡Oh, Jesús!”. En este poema, expone Bruno Moriconi, Teresa exhorta a Jesús “como su amado y confidente”. De forma pedagógica, le muestra a su hermana los sacrificios que Cristo hizo por ella y cómo nos amó primero, se humilló y “arrodilló”. La cristología que se deriva del poema es experimentada por Teresa en su propia existencia.
Javier Sancho analizó el poema “¡Por qué te amo, oh María!”, redactado por Teresa de Lisieux en la fase final de su enfermedad. En María, Teresa reconoce a su “verdadera compañera en el camino de la fe”, con la que tiene una “conexión íntima y personal”, de madre e hija; y en este poema muestra cómo se relaciona con ella, del mismo modo que Jesús quiere que nos relacionemos con el Padre.
“En Teresa hay una mirada sacramental; tiene capacidad simbólica para entender el sentido de lo litúrgico”, afirmaba Fernando Millán. Teresa de Lisieux “anticipa las grandes líneas de la teología sacramental del siglo XX”. Es una “maestra usando lenguajes alternativos para hablar de Dios”. Posee una profunda sensibilidad sacramental, una capacidad simbólica para comprender el sentido de lo litúrgico. Intuiciones, no académicas, sino experienciales en el ámbito de lo sacramental”.
VIERNES 5 de septiembre
El director del congreso, Emilio Martínez, introdujo la jornada de ayer en la que se hablaría de las recreaciones, ocho composiciones teatrales de Teresa de Lisieux para los momentos de fiesta en el Carmelo. “Teresa fue una gran compositora, una gran directora y una gran intérprete”. También introdujo las oraciones, de carácter muy amplio (desde la experiencia personal, la devoción o la petición de alguna hermana). Son sólo una pequeña muestra del espíritu orante de Teresa.
Mª del Puerto Alonso profundizó en el contenido y el espíritu de las ocho composiciones teatrales compuestas por Teresa para los momentos de recreación. “No hay línea en la que ella no esté reflejándose a sí misma como en un espejo”. En sus recreaciones muestra su vida, los misterios de la fe y su evolución espiritual del temor al amor. Ella pretendía transmitir su imagen de Dios y experiencia vital. Son una expresión genuina de su doctrina.
¿Cómo influyó Juana de Arco en Teresa de Lisieux? Sobre este tema versó la ponencia de François Marie Léthel. La carmelita comparte la profunda vida mística de Juana, existe una compenetración entre estas dos jóvenes mujeres, consagradas a Jesús virginalmente. La admiración de Teresa queda de manifiesto en diferentes escritos, sobre todo en las dos recreaciones dedicadas a ella.
Irene Guerrero habló de las oraciones de Teresa, “un ramo de flores silvestres” que siguen conservando hoy su perfume. Oraciones que escribió para sí misma, mostrando su deseo de semejanza con Jesús; las que dedicó a otros, dirigidas directamente a Dios en nombre de otras personas, por lo que actúa ella como intercesora; o en las que nos invita a orar junto a ella.
Myrna Torbay habló de las últimas conversaciones de Teresa de Lisieux recogidas por sus hermanas en los últimos meses de su vida (muchas de ellas interpretadas). El sufrimiento físico (que lo ofrece por los sacerdotes, los pecadores y la salvación de las almas), el sufrimiento espiritual y la existencia del cielo son los tres temas transversales en las últimas conversaciones de Teresa.
María Pilar Velasco, quien asegura sentir desde siempre una “gran pasión por Teresita”, ha realizado la traducción al español de los documentos que se recogen en la obra “Cartas de sus corresponsales y otras diversas”, que presentó ayer en este congreso.
SÁBADO 6 de septiembre
Y llegamos a la jornada de hoy.
Rosario Ramos se ha preguntado si Teresa es una diafanía de Dios, es decir, si Dios se vuelve transparente y visible a través de ella. De esta manera, Teresa se identifica con María: “Como tú, yo poseo al Todopoderoso”, dirá. Teresa es consciente de que existe un tiempo (kairós), que Dios sólo puede percibirse en el momento presente, en el aquí y ahora. “No es un otro que está fuera de ella, sino que es su fuente, su raíz, su roca… lo siente el latido de su corazón”.
Ha cerrado este III Congreso Internacional Santa Teresa de Lisieux, el arzobispo de Toledo, Mons. Francisco Cerro Chaves, hablando sobre las referencias que hace el Papa Francisco a Teresita en su carta encíclica sobre el Corazón de Jesucristo “Dilexit nos”. Mons. Cerró ha dividido su ponencia en 10 puntos sobre lo que el Santo Padre Francisco dijo sobre Teresita. “El recorrido con Teresita de Lisieux no es solo una enseñanza teológica sino una llamada personal a la conversión del corazón, si vivimos desde el corazón de Cristo, nuestra vida cambiará”, ha explicado. “El mundo de hoy necesita testigos como Teresita… no tengamos miedo de ser pequeños… de amar”.