No es difícil reconocer el maravilloso aporte de Pablo —gran parte del Nuevo Testamento está constituido por sus epístolas inspiradas divinamente. Las personas mencionadas en su misiva a los colosenses parecen insignificantes en comparación, pero el apóstol las consideraba importantes a todas para incluirlas. Por ejemplo, Tíquico, el primer mencionado, tuvo un gran papel —dondequiera que aparece en la Biblia, está haciendo alguna diligencia para Pablo (Hch 20.4; Ef 6.21; 2 Ti 4.12).
Gracias a este hombre, la epístola a los Colosenses viajó casi 1.300 km a su destino, y luego pasó de iglesia a iglesia para ser leída una y otra vez, y copiada. El trabajo de Tíquico fue importante para la difusión del evangelio; sin su ayuda no habría sido posible que los creyentes de hoy tuviéramos esta valiosa carta.
Tendemos a juzgar los tipos de servicios como importantes o poco importantes, y muy a menudo el orgullo nos impide reconocerlo. Queremos un trabajo grande, impresionante, para demostrar a todos lo mucho que amamos al Señor. Pero Dios quiere que nuestro amor al Señor nos motive a hacer cualquier cosa que Él nos pida, no importa cuán insignificante o poco notorio pueda parecer.
(En Contacto)