“¿Cómo definiría el estilo que me gusta? El antiguo, el nuestro. Físicamente, los jugadores deben estar bien, pero no hay que poner esto por sobre lo técnica”. Lo aseguró Sergio Batista, allá por abril, en una entrevista con El Gráfico. Y su filosofía futbolera lleva de inmediato a la foto que retrata este post. Aquellos días del Mundial 86 en que Checho se plantaba como número cinco y resaltaba por su buen trato con la pelota. Pases de un lado al otro a ritmo tranquilo, y siempre con el destino perfecto. Hoy, 25 años después, el DT de la Selección elige esa referencia hacia la Copa América. Lleva el juego lejos del carril rápido. Todo está guardado en su memoria.