Se trata aquí de hacernos ver que la vejez puede ser un período fantástico dentro de la vida. Tras diversos avatares, un grupo de jubilados llega a la India y se aloja en un hotel de Jaipur regentado por Sonny, un chico ingenuo y asombrosamente optimista que intentará convertir su estancia en algo agradable a pesar de que su hotel no es lo que todos esperan. La India es el lugar en el que, para bien o para mal, algo zarandeará sus existencias. En definitiva, han viajado hasta allí para intentar darles un giro y tratar de reinventarse emocionalmente. Sin duda será así.
De John Madden me gustaron Su majestad Mrs Brown y Shakespeare in love. En ambas aparecía Judi Dench, esa extraordinaria actriz británica que aquí también ofrece una interpretación admirable. En general, todos los actores están espléndidos, aunque añadiría a la lista de méritos a los grandes Maggie Smith y Tom Wilkinson, que consiguen conectar con el espectador con mayor intensidad que el resto.
El exótico Hotel Marigold no deja de ser la combinación de los momentos protagonizados por unos y otros, alegres o desgraciados, que conviene ver en versión original (se disfruta muchísimo de la dicción de los actores). Ya puestos, podemos aplicarnos la falta de pretensiones de la película y del mensaje del dicho indio que Sonny recuerda a sus huéspedes: "Al final, todo irá bien. Por lo tanto, si no va todo bien, es que todavía no es el final”.