NUESTRA OPINIÓN...
Parece que fue ayer pero han pasado más de 5 años y 8 libros desde que oímos hablar y llegó a nuestras manos Memento Mori. Cinco años durante los cuales cuando acabábamos un título ya estábamos ansiando que llegara el siguiente para reencontrarnos con esos viejos conocidos. Cinco años en los que hemos disfrutado como una enanas con cada nueva entrega de la octología que ha consagrado a César Pérez Gellida como uno de los mejores, sino el mejor, escritores de novela negra españoles.Por eso, aunque por un lado estábamos convencidas de que viniera lo que viniera no nos iba a defraudar, sí sentíamos cierto vértigo por esa nueva novela que aunque no se alejara del terreno donde tan bien se mueve nos iba a sacar de lo conocido, aunque con César eso es mucho decir ya que cada una de sus novelas siempre ha sido distinta a la anterior.
Y vaya por delante, César Pérez Gellida lo ha vuelto a hacer. Nuestros miedos por enfrentarnos a una historia de espías en la que se cruza una trama que tiene que ver con la hematodixia o vampirismo, tema, a priori, que no me resultaba nada atractivo y que, al final tal y como está tratado, hasta ha llegado a resultar me curioso e interesante, pronto se mostraron infundados.
En Todo lo mejor nos trasladaremos hasta el Berlín de los años 80 dividido por aquel muro que separaba el comunismo del capitalismo, en la época más cruda de la Guerra Fría para ofrecernos una historia en la que se mezcla una trama de espionaje con otra muy negra que tiene que ver con investigación de la aparición de los cadáveres de unos niños cuya desaparición nadie ha denunciado.
Nos ha vuelto a entusiasmar con sus letras, nos ha vuelto a fascinar con la trama, nos ha seducido con sus personajes, nos ha mantenido pegados a sus páginas de principio a fin y por supuesto, ha vuelto a sorprendernos con esos giros que maneja con tanta maestría y ha vuelto a sumergirnos en el lado más oscuro del ser humano.
Tengo que reconocer que al principio me costó un poco situarme con algunos de los personajes, los cargos que ocupaban y los distintos departamentos que me iba encontrando, pero una vez metidos en harina y superado ese escollo aquello era un no querer parar.
Poco más que añadir, que como he dicho antes César lo ha vuelto a hacer, me ha vuelto a tener en un sinvivir con una novela que no da tregua, que va a más, con ese ritmo que le imprime a base de capítulos cortos y constantes cambios de escenario.
Me ha encantado volver a encontrarme con el de la cara picada de viruela y los ojos saltones y conocer sus inicios con Erika; ha sido un placer conocer a Otto, Birgit, Niclas y Lucas, entre otros, y también lo ha sido aborrecer a Martin y otros que os dejo que vayáis descubriendo; he disfrutado con esta historia y cómo está contada, y que sí, ya lo sé, no se puede a los pocos días de haber publicado estar pidiendo y pensando ya en la siguiente, y sabemos que el año de espera se nos va a hacer muy largo, pero de eso sólo hay un culpable y él sabe quien es.
FICHA DEL LIBRO