En una entrevista comentan que "después de tantos problemas decidimos ir a un doctor especialista en fertilidad. Llegamos a una clínica reconocida de Caracas e iniciamos un proceso que requirió de seis meses de preparación. Posteriormente tuvimos una cita con un andrólogo, que es el encargado de ver las características físicas de ambas para buscar un donante genético (una muestra de semen) que tuviese las mismas características". Y por fin lo han conseguido.
En la misma noticia, nos informan de otras parejas: "Farid Ali Lancheros, colombiano de 46 años, y su novio George Constantinou, estadounidenses, instalaron en su casa las dos cunas donde dormirán sus dos gemelos concebidos luego de usar un vientre alquilado. Una mujer venezolana, criada en Colombia, vendió 20 óvulos a la pareja pero sólo dos fueron fecundados en una mujer norteamericana que alquiló su vientre".
"En Australia Melissa Keevers, de 27 años, y Rosemary Nolan, de 21, tuvieron quintillizos impactando a medio mundo. Aunque Keevers quedó embarazada por inseminación artificial, no siguió ningún tratamiento hormonal por lo que las posibilidades de que tuviera un parto quíntuple eran de uno en 60 millones. En su momento la pareja utilizó la misma muestra de esperma de un donante anónimo con el que ya habían concebido a su hija de un año".
Y mientras tanto, nadie comenta nada del futuro que les aguarda a estos bebés. Criados en ese ambiente tan especial, sin haber conocido un padre. No sé a ustedes, pero a mí todo esto me resulta extraño y una muestra más de los extremos más vergonzantes de la fecundación artificial.