Todo poder conlleva una gran responsabilidad

Por Damsam
Esa celebre frase del tio de Peter Parker, ya saben, Spiderman, es perfecetamente aplicable al caso Ribery. Les pongo en antecedentes si es que aún no se han enterado, cosa que dudo. Al parecer, el jugador francés que milita en el Bayern de Munich, habría mantenido relaciones ociosas, con una menor ,que practicaba la profesión más antigua del mundo. El futbolista lo ha admitido, si bien alega en su defensa que desconocía la edad de la joven y que ésta no se lo comunico en ningún momento, supongo que para no romper la magia del momento, si me disculpan la ironía. A partir de ahí se destapa todo un escándalo en el que también estarían envueltos Govou, jugador del Olympique, Benzemá y algún otro.
No es la primera vez que ocurre, ya saben, lo del devaneo prostibulero y las idas de olla sexuales. Tiger woods sin ir más lejos y como caso más mediático, ha sido protagonista en los últimos meses por sus continuas y publicas experiencias out-marriage, algo que le ha costado la pérdida de numerosos sponsors amén del pisoteo de su imagen pública, hasta la fecha, impoluta e inmaculada.
 No voy de puritano por la vida, que conste. Siempre he pensado que cada cual con su vida puede hacer lo que le de la real gana. Al fin y al cabo, la promiscuidad por parte del hombre o la mujer, es bien o mal valorada en función de la educación que se nos da desde niños. Sin embargo en el caso de personajes públicos y sobretodo deportistas, que no dejan de ser modelos a seguir por nuestros chavales, el caso adquiere otra dimensión. Aunque son personas por encima de todo y tienen derecho a equivocarse, la reprimenda pública y el peso de la justicia deben existir hasta las últimas consecuencias. Es el precio que deben pagar por ser lo que son y por vivir como viven.
Ribery se ha equivocado gravemente, primero por cometer un delito, ya que la joven era una menor y segundo, por no actuar con la responsabilidad que su posición social exige. Los mismo que les encumbran cual dioses del olimpo, son los que exigen por parte de ellos un comportamiento acorde a las normas de conducta aceptadas. Si no les gusta, algo comprensible y respetable, quizá lo mejor sea que dejen el traje y el antifaz en la puerta de salida. Sería desde luego lo más inteligente por parte de estos superheroes, aunque la verdad, no creo que vayan sobrados; De inteligencía digo.