Todo por un clic

Me lo han contado decenas de veces, pero para mí sigue siendo un misterio cómo se las arreglaban hace 20 años para que se publicaran fotos en las páginas de papel de un periódico. En la explicación entran carretes, revelados en cuartos oscuros y carreras hasta la estación de autobuses para que el transporte público llevara los documentos a Cádiz. Desde ahí hasta ver el diario con sus fotos, para mí todo es magia.

Hoy, queridos lectores del blog de Araceli, el procedimiento es mucho menos romántico. Podéis imaginar que ahora la fotografía que sea puede estar en el ordenador poco después de que se inmortalice la escena. Y en un par de clics, en la maqueta de la página que verás al día siguiente en el kiosco, si es que aún lees en papel.

En los medios online, el que publica antes, gana más. Pero, ¿todo cabe?

Porque el móvil lo ha hecho todo mucho más ágil y rápido. Dónde va a parar. Y si hablamos de medios online, más aún. Es una verdadera competición. Aquí el que llega antes, gana. El que publica antes, gana más. Se ha convertido en el todo por un clic. Pero, ¿de verdad todo cabe?

Otro misterio para mí, además de la publicación de fotos en papel, es cómo daban hace 20 años con las fuentes sin los móviles. Me imagino llamadas a los fijos de las oficinas, de vecinos o incluso de bares buscando a gente. Está claro que la tecnología nos hace la vida más fácil y hoy gracias a ese pequeño dispositivo conectado a Internet, además de hablar, lo grabamos, lo fotografiamos y lo compartimos todo.

Así, se nos llena a diario el teléfono de memes, de vídeos virales y de fotos tontas que, generalmente, para lo único que sirven es para llamar nuestra atención y generar una reacción instantánea, positiva o negativa, que olvidamos en poco tiempo. Hasta que el Smartphone nos dice que no tiene espacio, nos damos cuenta de que rozamos el síndrome de Diógenes, de que estamos acumulando auténtica basura, y lo desechamos todo.

Las redes sociales son un poco así. Compartimos de todo, la mayoría de las veces sin valor y sin criterio. Quien yo sí espero que tenga criterio es un diario. Porque, ¿aporta algo la foto de una señora en pijama paseando un perro por el centro de Algeciras? Aunque esté en la calle en ropa destinada a dormir, la mujer sea concejal y el pijama sea feo… Yo creo que no.

En fin. Supongo que, como todo, es cuestión de opiniones. El todo por un clic es lo que tiene. Quizá hace 20 años era mucho más engorroso publicar fotos en las páginas de un periódico, pero a lo mejor había más tiempo para pensar.

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