Todo sobre dermaplaning

Por Paula Castro @PaulaCupcakes

Me enteré de la popularidad del dermaplaning el año pasado durante la cuarentena, cuando Ashley habló sobre ello en su blog. Pensé inmediatamente que tenía que probarlo, pero en ese momento no tenía las cuchillas faciales adecuadas y se me pasó por completo hacerlo cuando volvieron a abrir las tiendas. Hace un tiempo, Ratolina hizo un vídeo hablando del tema y me dio el impulso que necesitaba para hacerlo yo también.

Antes de nada, el dermaplaning es una técnica de belleza que consiste en afeitarse la cara. Tal cuál. El objetivo no es solo eliminar bello no deseado, sino exfoliar y conseguir que la piel del rostro luzca más bonita y luminosa.

Esta técnica ha generado polémica porque sus detractores están en contra de eliminar el bello facial, pero sobre todo genera mucho desconcierto debido al desconocimiento. No voy a hacer cambiar de opinión al que no quiera hacerlo porque eso es totalmente libre, pero sí que me gustaría hablaros de mi experiencia personal para responder a las dudas sobre este método.


Lo primero que voy a hacer es responder las preguntas más frecuentes sobre el dermaplaning:

1- ¿Con qué se hace?

El dermaplaning se hace con unas cuchillas especiales para el rostro. Yo utilizo este set de Wilkinson y estoy bastante contenta, aunque aviso de que son muy afiladas y hay que tener cuidado. No utilicéis cuchillas de depilación corporal porque os podéis armar una en la cara...

2- ¿Duele? ¿Salen heridas?

No, no duele nada. Solo salen heridas si te cortas, como con cualquier cuchilla. Yo que soy muy patosa siempre me hago algún corte pequeño, pero no tiene mucha importancia.

3- ¿Crece el bello más fuerte? ¿Sale más bello?

No, para nada, eso es un falso mito. El bello que tenemos es el que es, no se nos reproducen los poros por cortar el pelo. La diferencia que existe entre la cera (u otro método de arranque como pinzas o maquinilla) y la cuchilla es que con la cuchilla el pelo no se arranca de raíz, por lo que no nos nace un nuevo pelito, sino que cortamos el pelo "por la mitad" y este continua creciendo como el pelo de la cabeza. Al no crecer de nuevo, el pelo es más grueso (el pelito es más fino cuando nace y se va ensanchando hasta la raíz). Entonces eso es lo que notamos, pero no es que salga más bello ni que este sea cada vez más grande o notable.

4- ¿Irrita la piel?

Depende del tipo de piel y del modo en que lo hagas. Si tienes la piel muy sensible sí lo vas a notar. En mi caso tengo la piel muy resistente y solo se irrita un poquito después de hacerlo. Visiblemente no, es decir, no se me pone roja ni me salen granos ni se me descama. Simplemente yo noto que está más sensible y me pica un poco si me echo productos ricos en alcohol o con ingredientes similares.

5- ¿Cuáles son los beneficios?

En teoría (luego os cuento en mi caso), la piel se ve más limpia y luminosa. Se eliminan grasas e impurezas, la piel está más suave al tacto, los beneficios de la rutina de skincare son más notables y el maquillaje se nota mucho más con menos cantidad. Principalmente se hace por eso, pero además, evidentemente, también tienes el "beneficio" de no tener bello no deseado (y lo entrecomillo porque eso ya es a gusto personal).

Si tenéis alguna otra pregunta que no he incluido, por favor, hacédmela saber tanto en comentarios como en mi correo o redes sociales y estaré encantada de responderos. 😊

Ahora voy a pasar a mi experiencia personal, cómo lo hago, cuántas veces lo hago y qué resultados he notado. Finalmente, os diré si me ha gustado hasta ahora y si tengo pensado continuar con esta rutina.


Debo decir que llevo poco más de un mes haciendo dermaplaning. Lo suelo hacer una vez a la semana o cada 10 días, según mis horarios. Aprovecho el momento tras salir de la ducha porque mi piel está completamente limpia, no está del todo seca y así tengo el pelo fuera de la cara porque me lo anudo en una toalla para que se vaya secando. Como ya he mencionado, utilizo las cuchillas faciales de Wilkinson y suelo cambiar de cuchilla cada 3 veces.

La primera vez que lo hice utilicé un aceite facial, pero no me gustaba porque el aceite hacía patinar la cuchilla, cortaba peor y se mezclaban los restos (ugh...). Así que en las siguientes ocasiones simplemente voy humedeciendo mi piel con agua para que no esté seca. Cuidad esto mucho porque si la piel está seca sí que se puede irritar.

Se hace con movimientos suaves y controlados a favor del bello. Con una mano sujeto la piel para estirarla y con la otra paso la cuchilla hacia abajo. Así voy recortando los pelitos desde la parte más alta de la frente hasta el cuello, especialmente la zona de las patillas, que yo tenía bastante bello ahí. Tengo que tener más cuidado en las zonas de las cejas (¡cuidado con no quedarse sin ceja!) y la nariz, ya que tiene pliegues difíciles. También precaución con el cuello, ya que es un lugar que no vemos del todo bien.

De esta manera vamos retirando la pelusilla de melocotón y las impurezas. Cada poco yo voy limpiando la cuchilla con un papel.

¿Qué he notado? En primer lugar, al retirar esa capa de pelusita de la piel (que es completamente natural y su función es proteger la piel) pueden verse más imperfecciones que antes quedaban más ocultas. Especialmente manchitas y granos. No obstante, esto va mejorando con el tiempo si mantenemos una rutina constante de skincare, ya que los beneficios de los productos que usemos se van a notar el doble.

El hecho de hacer esto también hace que la piel esté más sensible en el día en que lo hacemos. Consejo: no usar exfoliantes y productos agresivos en los dos días anteriores y siguientes al dermaplaning. Yo he notado que mi piel tras el dermaplaning no se siente cómoda con sérums de vitamina C, niacinamida o similares, pero sí admite cremas hidratantes o nutritivas untuosas especialmente indicadas para pieles sensibles (yo uso esta por las noches) o el tónico Acai Berry de Ziaja, que es el que utilizo.

Dicen que tiene beneficios exfoliantes, pero yo solo he notado eso en las zonas más grasas de mi piel, que son la nariz y la barbilla. En el resto de zonas no he visto ni piel muerta ni otras impurezas.

Sí que es cierto que la piel queda más suave, que está visiblemente más blanca y luminosa y que el maquillaje pigmenta muchísimo más. El resto de beneficios que dicen que tiene esta práctica no he podido comprobarlos, sinceramente. Por ejemplo, Ratolina en su vídeo menciona más puntos positivos, pero yo esos ya no los he notado.

En cuanto a la depilación en sí, a mí me está gustando porque tenía bastante bello en la cara y no era realmente consciente. Mejor dicho, no le daba ningún tipo de importancia. Ahora que lo he quitado me veo mucho mejor. Pero con esto no hago referencia a lo que se conoce como pelusilla de melocotón, que es la capa de pelito natural de la piel, sino al bello de las patillas, baby hairs y demás.

No os voy a ocultar los puntos negativos, y es que yo sí que me hago cortes, no son grandes ni graves, pero escuecen un poquillo. Esto quizá sea por mi torpismo, no me escondo. Normalmente hago la rutina por la noche porque la piel queda un poco sensible y eso me molesta, pero a la mañana siguiente estoy perfectamente. Por lo demás, todo bien.

¿Seguiré haciéndolo? En principio sí. Me gusta cómo queda, no me resulta una rutina muy pesada ni me da excesiva pereza y me compensa lo positivo. 

Espero que esta experiencia os sirva para decidir si queréis animaros a probar con el dermaplaning. Es una decisión totalmente personal y debe tomarse siempre en cuanto a uno mismo, es decir, pensar que lo haces por ti y no por cómo te ven los demás, porque es un cambio que probablemente no noten otras personas. Tiene que hacerte sentir bien a ti misma.