El horizonte se posa
sobre mis manos
para soñar tu piel,
tu nombre de sur
anida en mi regazo
y se convierte en verso,
mis palabras se transparentan
al invocar tus labios.
Soy el silencio
en los tiempos de tu voz,
las huellas
que acompañan tu camino,
soy los verbos
que recorren tus raíces
hasta reflejarte esencia.