Como resultado, ahora será suspendido de sus funciones en espera de juicio. Si es declarado culpable, podría ser excluido de la carrera judicial por un período de hasta 20 años, poniendo fin a una carrera dedicada a la lucha antiterrorista y contra los dictadores por sus crímenes. Eso sería complacer a sus enemigos políticos, pero sería sobre todo una parodia de la justicia. (...)
El Sr. Garzón es un fiscal valiente y polémico que ha hecho muchos enemigos con los años. Él ha llevado casos contra los terroristas vascos y de Al Qaeda, los dictadores de América Latina y la mafia rusa. (...)
España necesita una contabilidad honesta de su problemático pasado, no el enjuiciamiento de quienes tienen el valor de la demanda.
Esto es un resumen traducido por mí del artículo publicado hoy en The New York Times. La última frase es de mucho calado, vista desde alguien de afuera.