Un drama con toques sobrenaturales que trata temas realmente serios de una forma banal y sin apenas profundizar en unos personajes cuyas motivaciones no quedan demasiado definidas. Hay que reconocer que originalidad no le falta y que a pesar de ser una película sencilla tiene mucha personalidad gracias a una atrevida puesta en escena, pero eso no es suficiente para compensar algunas interpretaciones extremadamente planas o las lagunas de un guión que podría haber dado mucho más de sí. Lo más destacable es su banda sonora retro que nos ofrece canciones con un agradable aire ochentero. Mi puntuación: 4/10