Ayer me asaltó un pensamiento que me dejó confundido y deseoso de compartirlo por aquí. Pensé que si yo no tuviera cáncer, lo más seguro es que nunca hubiese mantenido un blog y por lo tanto nunca habría “conocido” a todas las personas que estoy conociendo gracias a ello. De hecho nunca fui seguidor de ningún blog. Como mucho me detenía a leer alguno cuando google lo filtraba en las búsquedas que yo hacía sobre fotografía, cocina o cualquier otro tema que anduviese buscando, pero nunca puse ninguno en favoritos, ni lo recordaba, ni participaba enviando mensajes ni nada de nada. Para mí era un mundo aparte del cual desconocía absolutamente todo.
Pero entonces llegó el cáncer. Y con él también llegó una nueva necesidad a mi vida, que fue la de poder expresarme y sacar la rabia que me producía mi nuevo estatus de “enfermo”, de manera que empecé a escribir el blog. También lo hice para mantenerme en activo y conectado a la fotografía aunque fuese mínimamente, para ocupar mi tiempo y no tener tantas horas al día sin nada que hacer, para intentar dejar una “obra” y que quede constancia de que pasé por este mundo. En fin, todos ellos motivos muy poderosos y sanos pero con un defecto común: son todos para mí.
Naturalmente, recién diagnosticado de cáncer uno no se pone a pensar en los demás por muy altruista que se sea, pero me doy cuenta de que el paso del tiempo está dotando de nuevos porqués al asunto. Resulta que, sin querer, también hay gente a la que le hace bien leerme cada día, gente que se para unos minutos a reflexionar sobre mis palabras o se deja llevar por algo poético que es capaz de encontrar en mis imágenes. Por lo tanto resulta que mi blog también hace bien a otras personas. Y sin querer, lo cual resulta asombroso y casi mágico. Jamás me hubiera imaginado algo así. Yo vuelco aquí mi rabia, mis sin sentidos, mi aburrimiento y mi soledad eterna y lúcida… y a cambio de sentirme de maravilla y de ir creando poco a poco una obra, resulta que vosotros os sentís bien.
Todos ganamos. Ahí está el punto maravilloso de esta ecuación. Imagino que algo así sucede en casi todos los blogs, pero yo no me lo esperaba, para mí el objetivo era yo y nada más que yo y si tenía 15 o 20 lectores entre familiares y amigos ya era suficiente y colmaba mis expectativas. Nunca me hubiese imaginado llegar a casi 500 lectores entre amigos de wordpress e invitados.
Así que nada, así está la cosa. Os dejo hoy unas fotografías de flores tomadas con el diafragma totalmente cerrado y la velocidad de obturación más baja posible. Estos parámetros unidos a un leve movimiento de muñeca en el momento del disparo, dan como resultado esta estética de foto “movida” que parece un lienzo o algo así. A mí me gusta mucho por el color que desprenden y porque son distintas a las demás fotos de flores. Ya he subido imágenes parecidas muchas veces. Tendréis que disculpar que me ponga algo reiterativo pero es muy difícil tener cada día imágenes completamente únicas, aunque sigue siendo mi intención. No tienen mucho que ver con el texto, pero como me dijo el otro día Parsei eso también es entretenido porque él se fija primero en las imágenes, luego en el título y finalmente en el texto y le parece que va saltando de sorpresa en sorpresa.
Cada loco con su tema ¿no? Gracias Parsei porque me has dado la excusa perfecta para preocuparme un poquito menos cuando las imágenes no se corresponden con texto.
Feliz tarde de sábado a todos y mil gracias por estar ahí.